domingo, 16 de noviembre de 2008

Cultura y Economía

Cultura se escribe con 'c' de crisis

La coyuntura económica ha instalado un ambiente de inquietud en el sector de las artes en España - Cine, música y arquitectura serán las más afectadas

EL PAÍS - Madrid - 16/11/2008

¿Crisis, qué crisis? Crisis de la industria cultural, sin asomo de duda. La temible coyuntura mundial no ha respetado al ámbito de las artes en ningún sitio, tampoco en España. Los estudios de arquitectura (hasta los más prestigiosos) han visto rebajados en un 50% sus visados de obra por culpa de la hecatombe del ladrillo; el sector editorial admite una clara actitud de prudencia en sus estrategias de contratación; el mercado del arte se retrae a velocidad de crucero; los promotores musicales caen ya en un pánico escénico consistente en la reducción de giras y conciertos debido al recorte de los dineros públicos y los productores de cine contemplan con temor un vertiginoso endurecimiento en la concesión de créditos. Sólo el mundo del teatro -paradójico sujeto de un clima de relativa euforia- surge como clara excepción a lo que bien pudiera denominarse "el efecto ventanilla cerrada".

ARQUITECTURA Un trago difícil de pasar

No lo logró la baronesa Thyssen y sí la crisis. La remodelación del paseo del Prado de Madrid se ha paralizado por los recortes presupuestarios. El arquitecto Álvaro Siza se queda, de momento, sin su proyecto. El gremio de los arquitectos, tan ligado a la construcción por razones obvias, está siendo uno de los sectores más vapuleados por la actual situación económica. Hay un dato evidente: el número de visados (trámite previo y obligatorio para hacer una obra) ha descendido en un 51% en lo que va de año. Andalucía (con el 67% menos), Cataluña (62%) y Navarra (52%) son las autonomías más castigadas; Castilla-La Mancha (36%) y País Vasco (37%), las menos.

El golpe varía según los estudios (hay 60.000 en España). Sobreviven mejor los dependientes de encargos públicos (alrededor del 10%) y peor los que viven de los privados. "En la obra privada hay un colapso absoluto", dice Vicente Guallart, único arquitecto español en acudir este año al pabellón oficial de España en la Bienal de Venecia. Su estudio en Barcelona tiene 12 empleados y hace obra pública y privada a partes iguales. Pero con la crisis de liquidez los encargos públicos también se han frenado. "Se veía venir y yo me he preparado con una estructura flexible", cuenta desde Teherán, donde construye un edificio.

Hasta las obras públicas salen "con cuentagotas", dice Patxi Mangado, autor del pabellón español de la Expo de Zaragoza y profesor en Yale. Sabe lo que dice porque su estudio se nutre básicamente de proyectos por concurso público. No le afecta la crisis, pero llegan los efectos colaterales. "Se desconfía de la Administración porque ahora tarda más que nunca en pagar. Nos está trasladando la falta de liquidez". Pese a todo, la crisis económica traerá otra "ideológica", y positiva, "que afecta a esa arquitectura espectáculo que era un derroche".

El autor del Museo de Balenciaga, en Getaria (Guipúzcoa), Toño Foraster, ha notado cómo los ayuntamientos y autonomías "lo primero que recortan son las obras relacionadas con la cultura como museos, bibliotecas..., sólo se mantiene la vivienda de protección oficial".

SECTOR EDITORIAL El libro como valor seguro

El sector editorial podría salir bien librado de la crisis. En periodos críticos la gente hace, sobre todo, recortes al ocio fuera de casa; y el libro se convierte en un buen aliado: es barato y genera placer duradero. Es el horizonte positivo que otean las editoriales en esta travesía de crisis económica mundial, según responsables de firmas grandes, medianas y pequeñas como Ricardo Caballero, consejero delegado de Random House Mondadori; Armando Collazos, director de Ediciones Generales España de Santillana; Antonio López Lamadrid, de Tusquets, y Luis Miguel Solano, de Libros del Asteroide.

Aunque este fin de año han bajado un poco las ventas, todos confían en que la campaña de Navidad irá bien. Primero por las novedades literarias para adultos: "El libro se puede convertir en el mejor regalo", afirma Caballero, y, especialmente, por los títulos dirigidos al público infantil y juvenil, ya que, según Collazos, "hay una gran variedad en la oferta y las apuestas particulares de cada editorial como, en nuestro caso, con títulos como Amanecer, de Stephenie Meyer y su saga".

Para sacar partido a la adversidad, las editoriales tienen sus estrategias. En Random House Mondadori serán más estrictos en la producción con preventa, el control del capital circulante y, en general, la práctica de sanos principios de gestión de empresa, "como recortar gastos inútiles".

La prudencia en los anticipos de contratación será clave, coinciden López Lamadrid y Solano.

MERCADO DEL ARTE Las subastas son el síntoma

En 2008 el arte parecía una isla, una inversión refugio de los capitales huidos de los mercados financieros. Pero el mercado ha acabado por sucumbir. Las últimas grandes subastas de arte contemporáneo así lo demuestran. Las subastas de Sotheby's y Christie's de arte contemporáneo de octubre y noviembre se han saldado con porcentajes de obra no vendida que recuerdan a los de la crisis de 1991, el fin del boom de los ochenta; pero es que para el mercado primario, el de las galerías, tampoco las cosas son demasiado boyantes.

España no es una excepción. A principios de octubre, Christie's no consiguió vender el 40% de las obras de arte español que compran fundamentalmente clientes españoles- que sacó a subasta en Madrid. Es más, el frenazo inmobiliario va a hacer que se resienta especialmente la inversión en obras de arte. "Los clientes relacionados con la construcción han dejado de comprar", señala Elisa Hernando, directora de la consultora Arte Global. Aunque apunta una ventaja en tiempos de crisis: "Hay gente que necesita liquidez y está vendiendo obra que adquirieron en los noventa, por ejemplo". Los galeristas hablan de "prudencia" e incluso "miedo" para definir el estado de ánimo del sector. Nerea Fernández cree que aún no ha llegado el gran parón, pero sí que se nota ya que la actividad se está frenando, sobre todo en los niveles medios. "Los clientes fuertes no dejarán de comprar y tampoco los que compran una obra pequeña de forma esporádica", opina.

En este ambiente, las perspectivas para la próxima edición de Arco no son demasiado halagüeñas. "Estamos observando mucha incertidumbre", reconoce su directora, Lourdes Fernández. "La gente no sabe qué va a pasar de aquí a febrero, aunque también hay mucha expectación e interés por participar", añade.

POP-ROCK Muchos menos conciertos

A perro flaco... La industria musical, que no la música, vive desde hace seis años una profunda y constante crisis. La actual recesión no hace sino llenar de pulgas un mercado herido. "Todavía es pronto para tener cifras concretas, pero es como si tras varios terremotos y catástrofes se sufriese una inundación más", explica el representante de artistas Carlos Mariño. Porque al importante descenso de ventas de discos en estos años se le suma ahora la que hasta este momento era la tabla de salvación del negocio: el directo.

Los ayuntamientos siempre han sido el colchón sobre los que los promotores de conciertos se apoyaban para contratar a grupos. Al descender los presupuestos municipales, la música en directo será lo primero que se resienta. "Veremos la caída de muchos promotores y discográficas", augura Francisco Galindo, secretario general de la Fundación Autor. Carmen Peire, presidenta de ARTE, la asociación de representantes de espectáculos, asegura que esto ya es un hecho. "Este verano de 2008 se contrató un 30% menos de espectáculos con respecto al año anterior. Y 2009 se espera mucho peor". Aunque hay excepciones. Dos ejemplos: este fin de semana el grupo Extremoduro ha agotado las entradas de dos días de concierto en el Palacio de Deportes de Madrid (18.000 cada día). "La profundidad de la crisis la veremos fuera de Madrid y Barcelona". Y al agotarse el grifo de dinero público sólo sobrevivirán los que mantengan un caché medio, unos 30.000 euros.

ÓPERA Y CLÁSICA 'Tregua' hasta 2010

Reducir el gasto corriente y evitar despilfarros son las primeras medidas de urgencia que se han acordado en el Teatro Real para evitar que la congelación de las aportaciones por parte de las administraciones y la reducción de los patrocinadores afecte a la programación de la temporada. "No está previsto que modifiquemos en nada la programación de esta temporada", señala el director gerente del Real, Miguel Muñiz.

La tregua que impera en el sector, al menos hasta 2010, es debido al sistema de gestión que impera en los grandes coliseos. Un sistema sustentado en la subvención pública y en el patrocinio que impide que los presupuestos se tambaleen. "El patrocinio ha bajado un poco, pero nada preocupante. La taquilla se mantiene en los mismos niveles de ocupación que en los últimos años".

La opinión de Muñiz es compartida por los responsables de los grandes teatros de la ópera en España. "Hay expectación, en el ambiente se respira que las cosas pueden ir cambiando, pero hoy por hoy no hay motivos para estar preocupados", apostilla el director del teatro del Liceu de Barcelona, Joan Francesc Marco. Los mecenas y programadores de música privados sostienen que en estos momentos los patrocinadores mantienen sus aportaciones y que ninguno se ha echado atrás. Los problemas, de existir, se empezarán a notar a partir de 2010.

Con información de M. J. Díaz de Tuesta, R. García, A. Intxausti, I. Lafont, L. Portela, E. Silió, R. Torres y W. Manrique.

martes, 11 de noviembre de 2008

PROPIEDAD INTELECTUAL Y ARTES PLÁSTICAS

Los artistas plásticos ya tienen su ley de derechos de autor

La Comisión de Cultura dará curso este jueves a una nueva normativa de propiedad intelectual - Los creadores cobrarán por la reventa de sus obras

EL PAÍS/ISABEL LAFONT - Madrid - 11/11/2008

Aunque muy poca gente lo sabe, los artistas también cobran derechos de propiedad intelectual cada vez que se revende una obra suya más allá de la primera transmisión. Para ser más exactos, deberían cobrarlos, pues así lo recoge la Ley de Propiedad Intelectual vigente: el 3% siempre que el importe de la operación supere los 1.800 euros. "Pero en la práctica, sólo lo aplicaban algunas casas de subastas", explica Rafael Simancas, presidente de la Comisión de Cultura del Congreso.

Los galeristas creen que la reforma puede perjudicar a los jóvenes

"No es lógico pagar si en la venta se pierde dinero", dice Soledad Lorenzo

Las cosas van a cambiar a partir del próximo jueves: la comisión tiene previsto aprobar ese día la ley relativa al derecho de participación en beneficio del autor de una obra de arte original. Tiene competencia legislativa plena, lo que supone que el texto irá directamente al Senado, sin necesidad de pasar por el pleno del Congreso. Es la transposición de una directiva europea que debería haberse incorporado a la legislación española en 2006.

¿Qué cambia la nueva norma? En primer lugar, define de forma explícita qué operaciones generan derechos para los artistas: todas las reventas "en las que participen, como vendedores, compradores o intermediarios, profesionales del mercado del arte tales como salas de venta, salas de subastas, galerías de arte, marchantes de obras de arte y, en general, cualquier persona física o jurídica que realice habitualmente actividades de intermediación en este mercado".

Es decir, quedan fuera tan sólo las operaciones que se realicen directamente entre particulares, "que actúen a título privado, sin la participación de un profesional del mercado del arte". Además, según la nueva legislación, los artistas ya no cobrarán un porcentaje fijo -el citado 3%- de las reventas de una obra plástica más allá de la primera transmisión, sino un porcentaje variable que se calcula por tramos (véase el cuadro adjunto). El derecho surgirá siempre que el precio de la reventa supere los 1.200 euros y en ningún caso el importe total del royalty superará los 12.500 euros. Según la ley, el derecho de participación es "inalienable, irrenunciable, se transmitirá únicamente por sucesión mortis causa" y se extinguirá a los 70 años de la muerte del autor. En caso de que los derechos de participación no se paguen porque no haya identificado a sus titulares ni se hayan reclamado, pasarán a engrosar el Fondo de Ayuda a las Bellas Artes. La única circunstancia que no dará pie al cobro de derechos de autor será la reventa de obra adquirida por el vendedor directamente al autor, siempre que no hayan pasado más de tres años desde ese momento y el precio de la operación no supere los 10.000 euros.

La tramitación de la ley no ha estado exenta de polémica. Los primeros detractores del derecho de participación son los galeristas, que consideran que el derecho de participación se acaba convirtiendo en una tasa que encarece el precio final. "La ley mete en el mismo saco a las galerías y a las grandes casas de subastas", se queja Fernando Cordero de la Lastra, de la galería La Caja Negra. "Nosotros tenemos una relación profunda con el artista, lo promocionamos, elaboramos sus catálogos... No somos un mero establecimiento mercantil", añade. Su colega Guillermo de Osma apunta que muchos galeristas pueden sentirse tentados de no comprar obras de sus artistas para evitar que se genere el derecho si las piezas se revenden, lo que va en detrimento de la labor de promoción de los artistas, sobre todo de los más jóvenes: "Al final, te puedes hacer más conservador y no compras obra de creadores no conocidos".

Para Soledad Lorenzo, lo más cuestionable de la ley es que el derecho se aplica sobre el precio de la reventa, pero no se tiene en cuenta si esa operación ha generado un beneficio o una pérdida para el vendedor: "Nosotros habíamos pedido que se calculase sobre la plusvalía, en caso de que la hubiese. No es lógico que, además de tener pérdidas en una venta, haya que pagar el derecho".

Los legisladores, por el contrario, sí que han eliminado en las últimas semanas del borrador del proyecto de ley uno de los puntos más controvertidos del texto: que la gestión del derecho de participación debería hacerse a través de entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual. Esto, en la práctica, concedía el monopolio en este campo a la Vegap, la sociedad que en España se ocupa de la gestión de los derechos de autor de los creadores visuales. Al final, esta afiliación no será obligatoria para los artistas.

¿Y qué opinan éstos? En general, claro, son partidarios de que se reconozca su derecho a recibir una porción de las reventas de sus obras. "Yo lo defiendo por lógico", afirma Rafael Canogar. La misma opinión merece entre los artistas jóvenes. "Me parece razonable si hay gente lucrándose detrás de las reventas", señala Nicolás Combarro quien defiende, no obstante, que no se grave a las galerías que compran por primera vez a un artista aún no consagrado. Y, sin embargo, no faltan opiniones disidentes. Según el joven creador David Rodríguez Caballero, el artista no debería cobrar después de la primera venta: "Al final, eso puede crear una máquina de hacer dinero que lleva a vivir de las rentas".

Cinco tramos para el reparto

El importe de la participación que corresponderá a los autores de obras de arte se calculará en función de los siguientes porcentajes:

- El 4% de los primeros 50.000 euros del precio de la reventa.

- El 3% de la parte del precio de la reventa comprendida entre 50.000,01 y 200.000 euros.

- El 1% de la parte del precio de la reventa comprendida entre 200.000,01 y 350.000 euros.

- El 0,5% de la parte del precio de la reventa comprendida entre 350.000,01 y 500.000 euros.

- El 0,25% de la parte del precio de la reventa que exceda de 500.000 euros.

- En ningún caso el importe total del derecho podrá exceder de 12.500 euros.

CULTURA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

La Southbank Sinfonia realiza sus audiciones a través de videoconferencia

Cisco proporciona una tecnología que permite ahorrar tiempo y dinero a convocantes y aspirantes

ELPAÍS.com - Madrid - 11/11/2008

Borja Antón García y Alberto Vidal querían formar parte del selecto club de la Southbank Sinfonia, la academia de jóvenes promesas de la música más importante de Gran Bretaña. Ayer, ambos participaron en las audiciones junto a otros que procedían de Glasgow, Nueva York y Auckland y ninguno de ellos tuvo que moverse de su país ya que gracias a la tecnología de telepresencia de Cisco Systems, los aspirantes pudieron demostrar sus dotes al jurado sin tener que desplazarse fuera de sus lugares de residencia.

Hasta ahora, para realizar una prueba de admisión, los jóvenes músicos tenían que viajar hasta Londres cubriendo ellos mismos los costes de desplazamiento y alojamiento. Gracias el uso de las nuevas tecnologías, el número de aspirantes no se limita por cuestiones económicas o de falta de tiempo y facilita las labores de trabajo a la orquesta, que realizará pruebas a más de 140 músicos en los próximos días.

"Esta es la primera vez en mi vida que he realizado una audición desde una sala diferente a la que están los jueces... ¡y ni siquiera estaban en el mismo país!", asegura Borja Antón García.

El aspirante a trompetista de la Southbank Sinfonia fue dirigido a distancia por el responsable de la orquesta, Simon Over, para quien la experiencia ha sido "fantástica", ya que ha permitido "poder realizar las audiciones a algunos de los mejores jóvenes músicos del mundo sin tener que preocuparnos por los costes financieros ni las consecuencias medioambientales".

lunes, 10 de noviembre de 2008

ARTE+ECONOMÍA

Hipotecas basura, arte en peligro

Grandes museos, teatros y librerías de EE UU sufren drásticos recortes por la crisis.

EL PAÍS/ BARBARA CELIS - Nueva York - 10/11/2008

El Carnegie Hall, los museos Whitney y Getty, la librería Morgan... Nombres emblemáticos de la cultura estadounidense. Y ninguno de ellos casual. Muchos de los buques de las artes en un país que en estos días renueva la confianza en sí mismo están bautizados con los apellidos de los filántropos que los hicieron (y aún los hacen) posibles. En un lugar sin ministro de Cultura y donde lo más parecido a una cartera del ramo es la agencia federal para el "refuerzo de las artes" de presupuesto irrisorio (113 millones de euros anuales frente a los 403.384 millones del dinero destinado a Defensa), nada de esto -museos, óperas, salas de conciertos- sería posible de no ser por el dinero privado. Y cuando la crisis financiera arrecia... ¿A quién le sobran los fondos para financiar una exposición antológica, un emocionante ballet o un delicado recital?


"En malos tiempos, la gente necesita el arte más que nunca. Para el espíritu"

Nadie quiere contestar directamente a esta pregunta. Aunque sobran las calladas pero elocuentes respuestas. Como ésta: En la carpeta de presentación que el 18 de septiembre repartió el Lincoln Center de Nueva York -un mastodonte para el espectáculo que aglutina 12 instituciones como la Metropolitan Opera o la Orquesta Filarmónica de Nueva York- para marcar el inicio de la temporada de su 50 aniversario, figuraban como patrocinadores tres nombres de infausto y reciente recuerdo. Sólo dos días antes, el banco Lehman Brothers había quebrado y Merrill Lynch había pasado, in extremis, a manos del Bank of America.

Es solo un ejemplo. Los ejecutivos de Wall Street han sido particularmente generosos con la cultura en los últimos años de activos tóxicos, sueldos desorbitados y bonanza económica irreal. Muchos bancos y empresas no solo donaban como instituciones, también recaudaban dinero entre sus empleados, dado que donar a la cultura desgrava. Esos ejecutivos también estaban en los consejos de administración de museos como el MOMA, donde, sin ir más lejos, Kathy Fuld, esposa del caído presidente de Lehman Brothers, Richard Fuld, era vicepresidenta. En ese centro ya se ha recortado el presupuesto un 10% y se han congelado las contrataciones, por más que nadie quiera reconocer públicamente la gravedad de una crisis que llega justo tras una remodelación de 626 millones de euros de la que apenas empezaban a recuperarse.

Por si eso no bastara, hay museos que además se financian emitiendo bonos, como el Metropolitan de Nueva York o Los Angeles County Museum of Art, un centro que ha tenido que refinanciar su deuda de 300 millones de euros después de que los intereses, por lo general muy bajos en bonos de museos, se dispararan hasta el 11% debido al efecto dominó de las hipotecas basura.

Pero entre tanto recorte y reajuste, no hay mal que por bien no venga. "La crisis nos afecta a todos pero está creciendo el número de visitas", dijo Lisa Phillips, directora del neoyorquino New Museum of Contemporary Art, recién mudado a un nuevo y costoso edificio. "En malos tiempos, la gente necesita el arte más que nunca. Para el corazón y para el espíritu".

En los teatros de Broadway, que además de apoyo privado necesitan espectadores, el futuro no pinta tan espiritual. Hace dos semanas al menos 14 producciones registraron una bajada del 10% en la taquilla. Obras como August, Osage County ganadora este año del Tony a la mejor obra de teatro, se esfuerza en llenar la mitad de su sala. Incluso éxitos ultracomerciales como Mary Poppins o Little Mermaid, de Disney, tampoco alcanzan el 60% de su capacidad, según The New York Times.

Las víctimas colaterales de esta crisis no se circunscriben a la Gran Manzana. La Ópera Nacional de Washington (WNO), dirigida por Plácido Domingo, anunció precisamente ayer que pospondrá indefinidamente su montaje del ciclo El anillo del nibelungo, de Wagner, superproducción operística donde las haya y que constituía la joya de la programación para la temporada 2009- 2010. "Los cambios dramáticos en la economía de la nación nos obligan a ser responsables con la salud del WNO, por lo que hemos tomado esta difícil decisión hasta que el clima financiero sea más favorable", dijo el tenor en un comunicado.

En el mundo editorial también hay señales de alarma. Harper Collins ya ha empezado a despedir gente. Y a Colin Robinson, editor para Simon and Schuster, no le "extrañaría" que en su empresa "comenzara a pasar lo mismo muy pronto". Con todo, augura una temporada navideña positiva pues el libro es un "un regalo barato". Hasta entonces seguirán las especulaciones con la posible quiebra de la librería Borders, así como el temor a que los resultados económicos para este trimestre de la mayor librería del planeta, Barnes and Noble, no sean precisamente alentadores.

Los recortes de presupuesto afectan asimismo a un mundo universitario también fuertemente financiado por el sector privado. Aunque Antoni Piza, director de la Fundación para la Música Ibérica y profesor de musicología en la College University of New York (CUNY), la mayor universidad pública del país, se muestra optimista a medias. "El efecto crisis hace que la gente que se queda sin trabajo regrese a la universidad para reciclarse profesionalmente así que en CUNY esperamos que aumenten las matriculaciones. El problema es que no habrá dinero para contratar más profesores".

Y si los grandes de la cultura se resienten, para los pequeños pinta aún peor. Este mes el cineclub Two Boots Pioner Theater, institución clave del cine independiente neoyorquino, cerró sus puertas tras una década al no poder hacer ya frente a sus gastos. Lo cual suena desgraciadamente a indicio de que lo peor podría estar aún por llegar. Entre tanto, quizá solo la creatividad pueda salvarnos en la marea de números rojos. Como dijo Albert Einstein "en momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento". años

Las cifras cantan

- MOMA. Ha recortado el presupuesto un 10% y se han congelado las contrataciones.

- Los Angeles County Museum of Art. Ha tenido que refinanciar su deuda de 300 millones de euros después de que los intereses se dispararan hasta el 11% debido al efecto dominó de las hipotecas basura.

- Teatros de Broadway. Al menos 14 producciones registraron una bajada del 10% en la taquilla. Éxitos muy comerciales como Mary Poppins no alcanzan el 60% de su capacidad.

- Ópera Nacional de Washington. Ayer anunció que pospone indefinidamente su montaje del ciclo El anillo del nibelungo, de Wagner.