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Foto de Yo La Tengo, en Myspace.
Si se le pregunta a un aficionado de la música alternativa qué le sugiere la localidad estadounidense de Hoboken, es altamente probable que conteste: "Yo La Tengo".
En efecto, el grupo creado en 1984 por Ira Kaplan y Georgia Hubley ha puesto en el mapa sonoro y emocional esa ciudad de Nueva Jersey gracias a una docena de álbumes con un incansable aliento explorador y un altísimo nivel creativo.
En 1992 se unió al matrimonio un tercer miembro, el orondo James McNew. "Nunca hemos tenido un objetivo", afirma éste en la oficina de su distribuidora en Madrid. "Quisimos componer bandas sonoras y lo logramos, lo mismo que estar juntos durante tantos años, encontrar nuevas formas de trabajar y hacer música y colaborar con otros artistas como Ray Davies Hemos tenido mucha suerte de que ocurran esos agradables accidentes", sentencia sin que se destile falsa modestia de sus palabras.
El trío edita esta semana 'Popular Songs'. "Todo el mundo tiene su propia visión de lo que debería ser la música popular. No creo que nadie escuche la radio y esté de acuerdo al cien por cien en que, por ejemplo, determinada canción de los Eagles deba ser un éxito. Tampoco queríamos decirlo de un modo irónico, ni que se interprete como una forma de reírnos de nosotros mismos".
A cambio, McNew subraya la importancia de la secuenciación en este disco. "Acentúa nuestra parte pop �indica�, porque hay muchas canciones bastante cortas. Las hemos colocado todas juntas y dejamos para el final los dos cortes que se acercan a los diez minutos".
Esa especie de esquizofrenia, con temas que se estiran y encogen y que pueden evolucionar casi hacia cualquier género tanto de la música popular como de vanguardia, es ya una marca de la casa que, como confirma el músico, no es buscada: "Simplemente, es así como pensamos. Creo que somos más felices cuando mostramos todas nuestras caras, es parte de nuestra personalidad, nos gusta usar dinámicas en plan "duro y suave", "rápido y lento". Para nosotros, eso es lo natural".
A la espera de que regresen una vez más a España, estrenaron parte de 'Popular Songs' hace unos meses en el festival Primavera Sound, aunque ellos aún recuerdan su visita anterior a la Ciudad Condal, con una personal gira bautizada como 'The Freewheeling'. "Fue realmente genial", recuerda.
"Estábamos muy preocupados por la diferencia de idioma, pero no pudo salir mejor. El formato consistía en tocar en acústico, muy bajo y sin repertorio; decíamos a la gente que nos hiciera preguntas, no que pidieran canciones, sino que preguntaran sobre el grupo, fútbol, televisión o lo que se les ocurriera. Es muy divertido tocar, bromear y ocasionalmente decir la verdad. No se me ocurre nadie más que haya hecho eso. Ahora muchas bandas escriben en sus webs un diario de su dolor y su confusión, todo parece tan autoimportante... cuando no lo es en absoluto".
Con una sonrisa, esta mole de humanidad añade: "No, claro que nunca nos hemos visto en peligro de sobreexponernos".
Los otros Yo La Tengo
Éste no es el único álbum editado este año por el trío de Hoboken. Hace unos meses sacaron el CD de versiones Fuckbook, bajo el nombre de 'Condo Fucks'. "Lo hicimos por diversión", explica James McNew.
"Había un bar en Brooklyn que iba a cerrar y decidieron hacer un último concierto, nosotros quisimos estar y preparamos un show de versiones, pero no nos anunciamos como Yo La Tengo. Lo de 'Condo Fucks' salió del diseño de 'I Can Hear The Heart Beating As One' (su álbum de 1997), donde todo eran nombres falsos de bandas y álbumes, y ésta era una de ellas, así que decidimos traerla a la vida. El disco fue realmente la grabación de un ensayo, lo hicimos en 40 minutos, lo escuchamos y nos gustó: sonaba feo, mierdero y bueno. Se lo dijimos a alguien de nuestro sello, lo escuchó y decidió editarlo. Pensamos:'Está loco'".