ARTE | Exposición Swiss Sculpture Exhibition
Arte utópico en la vía pública
- La muestra de Bienne (Suiza) reflexiona sobre la creatividad en las ciudades
- La utopía es el tema central de 50 propuestas procedentes de todo el mundo
Para visitar la exposición de arte contemporáneo que hay repartida por la ciudad suiza de Bienne es necesario desayunar primero un bocadillo de curiosidad, un buen vaso de espirítu aventurero y un 'croissant' untado de imaginación. Si no, será difícil descubrir que tras una tapa de alcantarilla, una valla publicitaria o un anuncio pegado en una farola hay una propuesta artística.
"El arte urbano pasa desapercibido la mayoría de las veces porque en la calle hay demasiada información alrededor de la obra: señales de tráfico, carteles, gente...", explica Simon Lamunière, director de la 11ª edición de la Swiss Sculpture Exhibition, que se celebra hasta el 25 de octubre en esta ciudad helvética bilingüe.
Jugando con esa idea, Lamunière ha escogido obras de arte y las ha integrado en el paisaje urbano de tal manera que en muchos casos cuesta distinguirlas de ese ruido informativo de la ciudad al que se refiere. Encontrarlas es como un juego de habilidad, a no ser que se consulte la guía que la organización de la muestra ha editado para la ocasión.
"Muchas de las obras pueden parecer objetos corrientes, pero el mensaje que transmiten no lo es", asegura Lamunière.
Así, por ejemplo, entre las propuestas artísticas que participan está la de Nedko Solakov en la que se piden firmas en un referéndum contra los referéndums. La gran ironía es que se presenta en Suiza, un país donde las consultas populares están a la orden del día.
Por su parte, Saskia Holmkvist y Andrea Thal proponen un recorrido turístico por Bienne en el que no se visitan monumentos sino puntos estratégicos que sirven para hablar de las contradicciones entre el márketing que un Ayuntamiento utiliza para publicitar su ciudad (ficción) y la realidad que viven sus ciudadanos.
Sobre esa misma brecha reflexionan los estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de Lausana: una chincheta gigante, clavada en el suelo, hace sentir al visitante como si formara parte de un mapa de Google en vez de estar consultándolo, alterando así totalmente la perspectiva.
"Al afirmar determinadas cosas, en el fondo estas creaciones las cuestionan", dice Lamunière, aclamado por su trabajo desde hace una década al frente de la sección de obras de gran tamaño de Art Basel, la feria de arte contemporáneo más importante del mundo.
La Swiss Sculpture Exhibition se celebra en Bienne, de manera más o menos regular, desde 1954. Lo que la diferencia de otras grandes exposiciones de arte público en el mundo, como la de Münster, en Alemania, o la de Niza, en Francia, es que todas las obras son escogidas en función de un mismo tema. En la presente edición, giran en torno al concepto de "utopía".
Utópica es, sin duda, la obra de la suiza de origen chino Annie Wu y el polaco Tonik Wojtyra. 'Ideally' es una galería de arte ficticia en la que se muestra el trabajo de 16 artistas, de quienes no se desvela el nombre. En vez de existir una lista de precios, hay una lista de deseos. Así, el comprador no paga con dinero sino convirtiendo en realidad el sueño del creador.
"Nuestra propuesta es una crítica al sistema del mercado del arte", explica Wu. "Al no dar información sobre quién es el artista, obligamos al visitante a reajustar totalmente la manera en que mira el cuadro para que compre en función de lo que le llegue al corazón y no en función del valor económico de la obra", añade. Toda una utopía para galeristas y creadores.
Todo vale
En Bienne, hay escultura, video, instalaciones, obras sólo visibles a través de conexiones wi-fi en la calle y performances. Pero Simon Lamunière no ha querido quedarse ahí y, con la iniciativa innovadora que les caracteriza, ha decidio traer también a los creadores no de obras de arte, sino de micro naciones.
"Con las nuevas tecnologías, hay un montón de egos expresándose", dice Lamunière. A pesar de no tratarse de obras de arte, el director de la muestra quiso que los creadores de estas comunidades o micro naciones estuvieran presentes en Bienne porque sus comportamientos y afirmaciones son "muy interesantes" y son totalmente relevantes para el concepto de "utopía".
La moneda de las Repúblicas Transnacionales Unidas. | Meritxell Mir
Es el caso de los integrantes de la República de Saugeais, el Estado de Sabotaje, NSKState, las Repúblicas Transnacionales Unidas o de los Reinos de Elgaland y Vargaland.
Situada en el este de Francia, la República de Saugeais es una mininación formada por 11 pueblos con un total de 400 habitantes. Su presidenta, la septuagenaria Georgette Bertin-Pourchet, dice no entender demasiado porque les han invitado a la Swiss Sculpture Exhibition, pero está agradecida por poder mostrar al mundo su República, nacida en 1947.
"De cara al exterior somos serios. De cara al interior, nos lo tomamos con humor", dice la presidenta, quien explica que fue escogida democráticamente mediante votación con aplausos.
Aunque la existencia de una república independiente en el valle de Saugeais es impensable, sus habitantes comparten la utopía de saber que tienen más en común que muchos Estados reales.