Pocos coreógrafos han concentrado tanta atención en los últimos años como el británico Wayne McGregor; su trabajo creativo ha ido siempre de la mano de su afán investigador y experimental, y con esas armas en la mano ha llegado a ser coreógrafo residente en las dos principales instituciones de la danza británica: el Sadler´s Wells, un teatro siempre abierto a las nuevas tendencias y a los distintos lenguajes coreográficos, y el Royal Ballet del Covent Garden, una compañía de corte clásico, aunque haya demostrado siempre una importante apertura de miras. «Su especial talento y su curiosidad por las nuevas tecnologías -justificó la directora del Royal Ballet, Monica Mason- enriquecerá nuestra creatividad y ayudará a la compañía a abrazar totalmente las apasionantes oportunidades del siglo XXI». También compañías como los ballets de la Ópera de París y la Scala de Milán, el English National Ballet o la Rambert Dance Company han incluido obras suyas en su repertorio.
McGregor presenta hoy en los Teatros del Canal, dentro de Madrid en Danza, y junto a su compañía, Random Dance (fundada en 1992, cuando el coreógrafo tenía únicamente 22 años), su nuevo trabajo: «Entity», una coreografía que vio la luz en Londres hace un año, donde fue recibida por la crítica de modo entusiasta. En ella, como en las obras anteriores de McGregor, la tecnología tiene un papel determinante. «Su decidido abrazo de ciencia y tecnología, de pop y cibercultura, han hecho de él uno de los más valorados coreógrafos británicos», decía el diario «The Times».
«Mi primera aspiración como coreógrafo -ha explicado McGregor- ha sido siempre la comunicación de ideas a través del cuerpo, intentando hacer sentir el mundo en el que vivimos y comentarlo a través del lenguaje y la forma coreográfica».
La mente es, para McGregor, parte del cuerpo humano, el instrumento a través del cual, asegura, los bailarines entienden el mundo. Al coreógrafo le fascina lo que él denomina «la tecnología del cuerpo», y su trabajo pretende «comprobar de lo que es capaz, física y psicológicamente, un cuerpo del siglo XXI».
Joby Talbot, que ha colaborado en varias ocasiones con McGregor, y Jon Hopkins, compositor y productor, han escrito la música para esta coreografía. La escenografía y el vestuario -algunos de ellos están basados en las huellas genéticas de cada uno de los bailarines- son de Patrick Burnier; las luces las firma Lucy Carter y el diseño de video y fotografía lo firma Ravi Deepres. Diez bailarines componen el elenco de la Random Dance; entre ellos, dos españoles: la valenciana Agn_s López Río y el sevillano Ángel Martínez Hernández.