Marset y la excelencia cultural
El director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música defiende en el Foro Antares la necesidad de fomentar las industrias culturales y la colaboración entre los sectores público y privado
El Diario de Sevilla/Ch. R. / Sevilla | Actualizado 23.01.2009 - 05:00
Juan Carlos Marset, director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), disertó anoche en el Foro Antares sobre los nuevos retos y prácticas de la cultura española. Marset abogó por "un modelo responsable de gestión" ante un selecto auditorio en el que figuraban numerosos artistas y representantes culturales, como el director musical Pedro Halffter, la cantaora Esperanza Fernández, el director de la Bienal de Flamenco, Domingo González, la gerente del Teatro Maestranza, Remedios Navarro, o su homóloga al frente de la Fundación Lara, Ana Gavín; así como miembros del gobierno local y andaluz, entre ellos el delegado provincial del ramo, Bernardo Bueno.
La intervención del anterior delegado de Cultura de Sevilla partió del análisis de la trayectoria del sector en España durante los siglos XIX y XX. Un repaso histórico que resaltó las aportaciones de José Ortega y Gasset, Francisco Giner de los Ríos y María Zambrano, entre otros, sobre el carácter impresionista de la cultura española y la carencia de estabilidad de las instituciones y los proyectos; a la par que destacó las iniciativas regeneracionistas impulsadas por Antonio Machado Álvarez, Demófilo, Federico de Castro y Manuel Sales, "creadores del Ateneo y de otras iniciativas que representaron un soplo renovador en la cultura sevillana".
El núcleo de su alocución lo dedicó a la necesidad de fomentar las industrias culturales y la colaboración entre los sectores público y privado. Por ello, afirmó, "hay que avanzar de forma resuelta en la gobernanza, en el gobierno emprendedor que promueve redes de cooperación que integran a todos los sectores públicos, empresariales y ciudadanos interesados en el trabajo de calidad y la excelencia".
Como ejemplo, puso de manifiesto algunas de las medidas que ha llevado a cabo al frente del Inaem, destacando la reciente creación del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música, cuyo Pleno se reunió por primera vez en Sevilla el pasado mes de noviembre. También se refirió a la implantación del Código de Buenas Prácticas, que sistematiza los procedimientos de gestión y establece medidas de calidad y criterios de concurso público y selección de los candidatos a las direcciones artísticas de los centros y unidades de producción del Inaem.
Entre otras novedades, destacó la elaboración, en diálogo con las asociaciones, empresas y sectores afectados, de la nueva Ley de las Artes Escénicas y de la Música; o la transformación del Inaem en Agencia Estatal, lo que ofrecerá mayores posibilidades para la modernización organizativa, la innovación y la calidad.
En cuanto a su apuesta por la descentralización de las actuaciones del Instituto, "que se hará escalonadamente en toda España", puso como ejemplo la creación del Centro Nacional del Flamenco, con sede en Jerez, "que en 2009 cuenta ya con una asignación presupuestaria inicial de 350.000 euros". Esta afirmación hizo las delicias del presentador del acto, el reconocido flamencólogo y rector de la Universidad Internacional de Andalucía, Juan Manuel Suárez Japón, quien glosó con grandes dosis de erudición y afecto la trayectoria política, literaria y personal de Marset.
La intervención del anterior delegado de Cultura de Sevilla partió del análisis de la trayectoria del sector en España durante los siglos XIX y XX. Un repaso histórico que resaltó las aportaciones de José Ortega y Gasset, Francisco Giner de los Ríos y María Zambrano, entre otros, sobre el carácter impresionista de la cultura española y la carencia de estabilidad de las instituciones y los proyectos; a la par que destacó las iniciativas regeneracionistas impulsadas por Antonio Machado Álvarez, Demófilo, Federico de Castro y Manuel Sales, "creadores del Ateneo y de otras iniciativas que representaron un soplo renovador en la cultura sevillana".
El núcleo de su alocución lo dedicó a la necesidad de fomentar las industrias culturales y la colaboración entre los sectores público y privado. Por ello, afirmó, "hay que avanzar de forma resuelta en la gobernanza, en el gobierno emprendedor que promueve redes de cooperación que integran a todos los sectores públicos, empresariales y ciudadanos interesados en el trabajo de calidad y la excelencia".
Como ejemplo, puso de manifiesto algunas de las medidas que ha llevado a cabo al frente del Inaem, destacando la reciente creación del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música, cuyo Pleno se reunió por primera vez en Sevilla el pasado mes de noviembre. También se refirió a la implantación del Código de Buenas Prácticas, que sistematiza los procedimientos de gestión y establece medidas de calidad y criterios de concurso público y selección de los candidatos a las direcciones artísticas de los centros y unidades de producción del Inaem.
Entre otras novedades, destacó la elaboración, en diálogo con las asociaciones, empresas y sectores afectados, de la nueva Ley de las Artes Escénicas y de la Música; o la transformación del Inaem en Agencia Estatal, lo que ofrecerá mayores posibilidades para la modernización organizativa, la innovación y la calidad.
En cuanto a su apuesta por la descentralización de las actuaciones del Instituto, "que se hará escalonadamente en toda España", puso como ejemplo la creación del Centro Nacional del Flamenco, con sede en Jerez, "que en 2009 cuenta ya con una asignación presupuestaria inicial de 350.000 euros". Esta afirmación hizo las delicias del presentador del acto, el reconocido flamencólogo y rector de la Universidad Internacional de Andalucía, Juan Manuel Suárez Japón, quien glosó con grandes dosis de erudición y afecto la trayectoria política, literaria y personal de Marset.
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