lunes, 30 de marzo de 2009

Así se ficha a una estrella

Contratar a un ídolo de la música depende de muchas más variables que poner el dinero encima de la mesa. Varios responsables de festivales explican a Público las vicisitudes que hay que atravesar para conseguir al mejor cabeza de cartel


El canadiense Neil Young actuará en el festival Primavera Sound de Barcelona el próximo mes de mayo. - JOSÉ PUJOL

http://www.publico.es/JESÚS MIGUEL MARCOS - MADRID - 30/03/2009 08:30

Estás rodeado de miles de personas. Bastante apretujado. Delante de ti hay un enorme escenario. Te pesan las piernas. La multitud brama el nombre de una estrella del rock. El tipo que tienes al lado te echa el humo de un chester a la cara. De repente, las luces del recinto se apagan. El griterío se hace ensordecedor. La estrella del rock aparece sobre el escenario, se acerca al micro y grita algo inaudible. Más chillidos. Comienza el concierto.

Es bastante probable que todos, en mayor o menor número de ocasiones, hayamos vivido una situación similar a la relatada en el párrafo anterior. El inicio de un concierto es uno de los instantes más emocionantes de la experiencia musical: de la nada al todo, se llena lo que estaba vacío, comienza a hacerse realidad o a frustrarse, que de todo hay la expectativa. Pero para que ese momento llegue a fraguarse, se ha tenido que atravesar un largo camino, en ocasiones de varios años de duración. Una estrella del rock no va a acudir a tu ciudad o a tu festival así como así. Lo pondrá difícil.

La primera vez que los organizadores del Primavera Sound se plantearon contratar a Neil Young fue hace cuatro años. Finalmente, el 30 de mayo el canadiense actuará en el Parc del Fórum barcelonés. "Es el artista por el que más hemos pagado en toda la historia del festival", reconoce Gabi Ruiz, director artístico del Primavera Sound. Está hablando de cientos de miles de euros.

En los cuatro años que duró la persecución hubo de todo: desde negativas directas hasta rozar el "sí, quiero" con la yema de los dedos, pasando por decenas de llamadas de teléfono, centenares de mails y varios viajes a Londres y Nueva York. "El peor momento llegó en enero. Nos llamaron y nos dijeron que Young iba a comenzar su gira en Glastonbury en junio y que no podía tocar en Barcelona en mayo", recuerda Ruiz. Así que un miembro de la organización se desplazó a Londres para apurar las últimas posibilidades. Se presentó en la oficina del agente y con él, bolígrafo en mano, rediseñaron el itinerario de la gira europea para que pudiera comenzar en Barcelona. "A las dos semanas me llamaron para darme el sí definitivo", explica el director del festival.

Ataque por todos los flancos

"Reconozco que lo nuestro ha tenido mucho de romántico, porque la oferta económica que le podíamos hacer es la mitad de lo que Young cobra habitualmente, así que hemos tenido que utilizar otros argumentos para convencerle", confiesa Gabi Ruiz. ¿Qué argumentos? "Básicamente dos: que el músico no estaba tocando delante de sus verdaderos fans en España y que sus seguidores quieren verlo en un sitio acorde a quién es Neil Young". Para aclararnos: que no quieren verlo en el mismo festival donde toca El Canto del Loco.

El Primavera Sound ha tardado cuatro años en contratar a Neil Young

Y es que la última actuación del canadiense en España fue el año pasado en Rock in Rio, un certamen más orientado al turismo musical que a la música en sí misma y que le puso un millón de euros encima de la mesa a Young, una cantidad a la que el Primavera Sound no se podía ni acercar. "La verdad es que fuimos atrevidos al decirle a su agente que Neil Young no había tocado en un sitio acorde para él, porque era como decirle que estaba haciendo mal su trabajo", afirma Ruiz.

La cuestión económica no es definitiva: tener el dinero no es sinónimo de tener al artista. Sin ir más lejos, Leonard Cohen reculó cuando ya había firmado con el Festival Internacional de Benicàssim el año pasado. "Fue complicado, pero yo trabajo con la premisa de no aceptar un no por respuesta. Si el artista quiere tocar, podrá tocar", responde Ana Sanabia, responsable de contratación de artistas del FIB.

El problema con Cohen era logístico: la gira era muy larga y el programa demasiado apretado, por lo que decidió cancelar la fecha de Benicàssim, que ya estaba anunciada. "Ante una cancelación de este estilo tienes que hacer muchas llamadas de teléfono y mandar muchos mails. Vimos los impedimentos que tenía y le hicimos entender a su agente que todo se podía solucionar. Le dimos todas las facilidades: pusimos su concierto a las ocho de la tarde y le programamos un viaje para que esa misma noche durmiera en Turín, donde actuaba al día siguiente". Cohen finalmente actuó en el FIB.

Vacaciones pagadas

Si en el caso del Primavera Sound el valor añadido era la concordancia estilística entre Young y el festival, el FIB tiene sus propias estrategias de seducción. "En ocasiones sí que le hemos planteado al artista que se tome un par de días de vacaciones en Benicàssim, sobre todo, cuando su plan de gira es muy complicado. Con Depeche Mode, por ejemplo, sí que insistimos en que el festival estaba al lado de la playa. E incluso utilizamos argumentos bastante rancios, como que hay una piscina en el backstage", explica Sanabia.

"En enero nos dijeron que no venía; nos fuimos a Londres a negociar"

Un caso bastante extraordinario fue el que llevó al británico Morrissey a actuar en el festival AV de Málaga en año 2004. Un histórico como el Festival de Benicàssim llevaba detrás del ex líder de The Smiths durante años y, de repente, un festival joven y mucho más pequeño como el AV se hacía con el concierto del músico. Por si fuera poco, la responsable de la jugada, Olga Payar, tenía sólo 24 años. "Le convencimos por varios motivos. La verdad es que sí que hubo un cúmulo de casualidades recuerda Payar; el festival se posicionó contra las corridas de toros, algo con lo que el artista sintonizó a la primera. Además, le planteamos su actuación como unas vacaciones de lujo en la Costa del Sol. Lo que le acabó de seducir fue que la actuación era en un castillo histórico, y eso es algo que los artistas suelen tener muy en cuenta".

Para Payar, el éxito de las contrataciones depende de la relación personal que tengas con el agente. "Yo nunca voy a entrar en el sistema Sinnamon, que pagaron 725.000 euros por una actuación de Radiohead. Por ejemplo, ahora vamos a traer a Wilco porque hace dos años tuve muy buen feeling con su agente. Según me dijo, buscaban trabajar como si fuera en familia y su anterior promotora en España no les daba eso", confiesa.

Sin música negra

La contratación de una estrella de la música se puede bloquear por muchos motivos y uno puede ser tan sencillo como éste: al artista no le interesa tocar en un lugar determinado. Es el caso de los músicos negros norteamericanos, auténticos ídolos de masas en su país, cuyo poder de atracción disminuye exponencialmente en Europa. Albert Salmerón, de Producciones Animadas, luchó durante años por traer a Erykah Badu: "En Estados Unidos es como una diosa y no le compensaba venir a España para tocar ante 2.000 personas. Finalmente, hace tres veranos logramos traerla y desde entonces ha vuelto bastante".

En ese sentido, España se enfrenta a un problema añadido: su circuito de conciertos está a años luz del de países como Alemania, Francia o Reino Unido. "El español es un mercado muy limitado afirma Salmerón; países como Francia o Alemania cuentan con muchas ciudades con capacidad para organizar conciertos. En cambio, en España los artistas extranjeros suelen venir únicamente a Madrid y Barcelona. Y si funcionan los festivales es por el elemento verano y el elemento social".

Son estrellas y lo saben. En los próximos meses, muchas de ellas visitarán España. Algunas sólo pisarán la piel de toro durante unas pocas horas, las justas para finiquitar una actuación que, como queda claro, tiene muchas horas de negociación detrás.

El ídolo del rock, camino del festival

El primer paso: el agente del artista Cuando un festival quiere fichar a un artista, lo normal es que hable con la promotora que trabaja con él en España habitualmente. Sin embargo, cuando se trata de una estrella de la talla de Neil Young o Morrissey, los festivales acuden directamente a los agentes de los músicos. “El agente te escucha, pero nunca te dice sí o no. Normalmente tardan meses en contestar”, dice Gabi Ruiz.

Segundo paso: tocar al manager Los actores implicados en la contratación de un músico son cuatro: el promotor que hace la oferta, el agente que la recibe, el manager que decide y el artista que, por supuesto, tiene la última palabra. Normalmente, el músico no interviene en este proceso y va allí donde le dice su manager. Por eso, algunos festivales también presentan sus credenciales ante el manager, que es finalmente el que va a decantarse por una u otra oferta.

Tercer paso: la puja En ese momento, es posible que el grupo cuente con más ofertas de festivales. Lo habitual es que elija el certamen que más dinero ponga encima de la mesa, lo que da lugar a pujas que en los últimos años en España han alcanzado cifras astronómicas. “En ocasiones el agente te lo dice directamente, que hay otro festival que ofrece más. Y tienes que andar despierta, porque puede ser un farol para sacarte más dinero”, dice Ana Sanabia, del FIB.

Cuarto paso: los últimos flecos Si el artista decide actuar en el festival, quedan por resolver los asuntos técnicos (horario y día de actuación, equipamiento, peticiones concretas de cada músico, etc.). Aunque suelen ser un mero trámite, numerosos conciertos se han suspendido a causa de estas condiciones. El caso más sangrante fue el de Suede en el Festimad de 1997, que cancelaron su recital porque su nombre aparecía en el cartel un poco más pequeño que el de Extremoduro. El festival también tiene que prepararse para los gastos que origine el paso del artista y su equipo por la ciudad. Al parecer, cuando Metallica vino a España el año pasado al Getafe Electric trajeron un equipo de casi un centenar de personas.

El 'Mes de Danza' obtiene el Premio Max de la Crítica

http://www.elpais.com/R. T. - Las Palmas - 30/03/2009

El jurado del Premio Max de la Crítica, compuesto por críticos y expertos teatrales de los medios de comunicación, ha decidido conceder este premio a El Mes de Danza, la Muestra Internacional de Danza Contemporánea de Sevilla, por haber creado, desde la iniciativa privada, un festival que ha conseguido consolidar la danza contemporánea como parte del tejido cultural de Andalucía y generado nuevos públicos y espacios escénicos.

María González y Fernando Lima, co-directores de la Muestra hasta el año 2006, asumiendo María González la dirección en solitario en las dos últimas ediciones, recogerán este galardón el próximo 30 de marzo en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, durante una gala en la que se conocerán los ganadores de las 23 categorías a concurso.

Apuntes biográficos

En 1994 arranca el Mes de Danza, como evento de iniciativa privada y con el objetivo prioritario de crear una plataforma de expresión para los artistas andaluces que se adentraban en este lenguaje. Con los años y la suma gradual (y modesta) de instituciones al proyecto, el festival abre su abanico a compañías nacionales e internacionales, para pasar luego a adentrarse en la programación de diversas actividades paralelas que tenían como objetivo crear espacios de formación, reflexión, y disfrute para aficionados y público en general.

A lo largo de sus quince ediciones, por este Mes de Danza han pasado 38 coreógrafos y compañías internacionales, 45 coreógrafos y compañías nacionales, así como más de 60 creadores andaluces. Se han celebrado más de 150 programas, cursos, seminarios, plataformas, exposiciones y encuentros. Se han programado foros de danza y programas de captación de públicos, y la Muestra ha generado la difusión y puesta en escena de espectáculos en la mayoría de los campus de las universidades andaluzas. También ha creado ciclos de danza en espacios insólitos que toman la ciudad de Sevilla durante la celebración incitando a la participación de públicos. Posteriomente este ciclo se ha extendido a numerosos municipios de Andalucía bajo el nombre Huellas, danza en paisajes insólitos y lo que empezó hace 8 años, en Cádiz como una extensión del Mes de Danza' de Sevilla es hoy en día un festival consolidado bajo el nombre de Cádiz en Danza'.

El Mes de Danza" es hoy por hoy, una referencia fundamental para el desarrollo y futuro de la danza en Andalucía y en España, siendo depositario de la iniciativa privada que, hoy subvencionada por diversas instituciones y patrocinadores, sigue celebrándose no sin considerable esfuerzo y un prespuesto muy ajustado. Pese a todas las dificultades, el 'Mes de Danza' ha sabido asentarse como un evento fundamental de Sevilla y Andalucía, proyectándose de forma definitiva fuera de su ámbito geográfico.

domingo, 29 de marzo de 2009

Nuevos espacios para nuevas propuestas


El ICAS basará su programa cultural en cuatro grandes contenedores

http://www.correoandalucia.com/Jose Gallego Espina

El Instituto de las Artes y la Cultura de Sevilla (ICAS) prevé desplegar a lo largo del presente mandato municipal una línea de actuaciones dirigida a dotar a la ciudad de cuatro “grandes contenedores culturales”, cuatro propuestas “completamente nuevas” que nada tienen que ver con los proyectos que Maribel Montaño heredó de su antecesor en el cargo, Juan Carlos Marset. En este sentido, anunció que el Consistorio, en colaboración con otras instituciones y empresas privadas, quiere abrir los citados nuevos “contenedores culturales”, cuyos contenidos “sorprenderán ya que no hay nada parecido en la ciudad”.

Santa Clara, de nuevo posible sede de la Casa de los Poetas

“No descarto para nada dejar la Casa de los Poetas donde está. Ya tengo varios nombres sobre la mesa para sustituir a Cruz y, en cuanto tengamos nuevo director, si su planteamiento resulta compatible con nuestro interés para que este centro cultural esté abierto a los ciudadanos, podrá abrir donde estaba previsto”, dice Montaño. La Casa de los Poetas ocuparía una superficie de 1.700 m2, correspondientes a la primera fase de la rehabilitación, que concluirá entre mayo y junio. Sin esperar a que se abra esta primera parte, la segunda fase de restauración del convento –que cuenta en total con 9.000 metros cuadrados– va a dar comienzo “de forma inmediata”.

Además, sobre la mesa de Cultura hay ya varias propuestas para el centro. Por ejemplo, la Orquesta Barroca de Sevilla ha solicitado su traslado a este inmueble para disfrutar de una sede definitiva –actualmente en el Hogar Virgen de los Reyes–.

La primera fase del convento abrirá al público tres nuevos espacios culturales, de 500 m2 cada uno, dedicados principalmente a actividades literarias, interiores y al aire libre. En concreto, se trata del dormitorio de la planta baja del convento, el refectorio y el patio del claustro. En la primera planta se ubicarán las oficinas de los posibles servicios que se ubiquen allí, como la sede central de las bibliotecas municipales, que el Consistorio quiere situar allí. El Convento acogerá también una biblioteca de barrio y organizará varias actividades culturales.

‘Cam-on’, una escuela de arte tecnológico en la Puerta de la Carne

Gracias a la colaboración de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), este edificio –que se encuentra actualmente en rehabilitación– albergará un proyecto cultural de primer orden: una escuela de arte tecnológico dirigida al público joven. La Obra Social de la entidad financiera levantina abrirá un centro tecnológico conectado a la red, que estará dedicado a fomentar la creación entre los jóvenes artistas, conectándolos con otros del resto del país a través de una comunidad virtual.

Cam-on Sevilla será un espacio tecnológico de interacción y creación que permitirá acceder a la cultura de uso libre y enriquecerla en una web social de participación (www.tucamon.es). A través de este portal y de varios laboratorios y aulas , Cam-on impulsará la creatividad de los jóvenes, ofreciendo la posibilidad de asistir a clases y aprender nuevas técnicas de creación cultural. Se enseñará, por ejemplo, a grabar una película, a autoeditar un disco, a diseñar un videojuego, a desarrollar la creatividad en el arte urbano, a programar en software libre y, además, permitirá crear grupos de trabajo para compartir todos los conocimientos que se adquieran con el resto de la comunidad.

Para ello, el laboratorio de Cam-on dispondrá de medios tecnológicos y humanos a disposición del público y organizará conferencias, clases magistrales, proyecciones, conciertos, exposiciones y talleres. Además, este centro permitirá a sus usuarios comunicarse a través de una completa red social. “El ICAS instalará aquí su sede administrativa y un teatro medio de hasta mil butacas”.

Fábrica de Artillería, proyecto millonario pendiente de la Junta

Desde que el Gobierno central cedió en 2007 la antigua Fábrica de Artillería a la ciudad de Sevilla, su futuro siempre ha estado en el aire. El proyecto inicial preveía que el Ministerio de Cultura y la Junta trasladaran allí sus archivos históricos, si bien la llegada del ministro César Antonio Molina dejó en el aire estos planes, mientras la Consejería de Cultura también daba un paso atrás ante el elevado coste que suponía rehabilitar este inmenso edificio, de más de 20.000 metros cuadrados, declarado Bien de Interés Cultural.

Sin embargo, a finales de 2008, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, arrancó al Ministerio el compromiso de hacerse cargo de la restauración de un tercio de la antigua factoría militar, a fin de trasladar a esa zona del conjunto el Archivo Histórico Provincial, actualmente ubicado en la calle Almirante Apodaca. De hecho, el Gobierno ha consignado para este año una partida de 600.000 euros para redactar este proyecto. Desde entonces, el balón ha estado en el tejado de la Junta, que debía decidir si se encargaba de otro tercio del edificio para trasladar allí el Archivo Histórico de Andalucía, quedando la tercera parte a disposición del Ayuntamiento, que lo cedería a una fundación cultural privada.

La delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, señaló que el proyecto ha entrado ya en una “fase decisiva”, que hace necesario que la Junta aclare qué quiere hacer. “El alcalde ha escrito una carta a la consejera Rosa Torres pidiéndole que comunique si está o no interesada en situar el Archivo General de Andalucía en este edificio. No se trata de presionar a la Junta, sino de saber ya cuáles son sus intenciones para poder planificar así la hoja de ruta”.

En caso de recibir una negativa por parte de la administración autonómica, el Ayuntamiento tiene ya un plan B. La fundación privada que se creará para que se haga cargo de la parte correspondiente al Consistorio –un tercio del inmueble– también se quedaría con esta otra parte. El objetivo es crear una institución cultural del tipo del Círculo de Bellas Artes de Madrid, una entidad cultural privada sin ánimo de lucro. De la mano de esta fundación, se crearía en Artillería un centro multidisciplinar en el que se desarrollarían actividades que abarcan desde las artes plásticas hasta la literatura pasando por la ciencia, la filosofía, el cine o las artes escénicas. Para ello, el Ayuntamiento cuenta con varios apoyos, como el de Fernando Franco, presidente del grupo Tecnológica y de la Fundación Biacs, o Francisco Ferraro, catedrático de la Universidad de Sevilla.

En cualquier caso, decida lo que decida la Junta, antes de acometer cualquier proyecto será necesario restaurar antes este inmueble –un proceso que requerirá una inversión que rondará los 70 millones de euros–, construido siguiendo los modelos de edificaciones militares de gran superficie, con algunos elementos estilísticos del Barroco tardío.

Naves de Hytasa, el “corazón” de las industrias culturales de la ciudad

Otro de los nuevos núcleos culturales de la ciudad estará ubicado en el Cerro del Águila, en las antiguas naves de la fábrica Hytasa, situadas junto al polígono industrial del mismo nombre. Para ello, cuentan con el apoyo de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, responsable del Proyecto Lunar, una iniciativa que busca el desarrollo de las empresas dedicadas a la cultura. El Ministerio de Cultura también participará económicamente en este proyecto.

El objetivo será dar servicio a las citadas industrias ofreciendo servicios de almacenaje y espacios para realizar ensayos de grandes espectáculos. Además, se organizarán actividades de todo tipo abiertas al barrio. Este nuevo “contenedor” iría unido a otro gran foco cultural de la ciudad que se está desarrollando en la zona, el Parque de Industrias Culturales Cerro del Águila, iniciativa apoyada por el Ayuntamiento de Sevilla y el Ministerio. El objetivo es poner en marcha un espacio en Hytasa que permita que esta zona se convierta en foco comercial de la cultura en Sevilla.

Demasiado arte demasiado banal

Los directores de museos creen que proliferan las exposiciones poco rigurosas y superfluas

http://www.elpais.com/ÁNGELES GARCÍA - Madrid - 29/03/2009

El todopoderoso Phillipe de Montebello, director del Metropolitan de Nueva York durante más de 30 años, acaba de abrir la caja de los truenos en el mundo del arte al decir que los museos están enfermos de exposiciones y que se han olvidado de lo fundamental: las colecciones permanentes. Cómic en el Louvre, graffiti en el Grand Palais, Picasso en la National Gallery o Bacon en el Prado ilustran este momento de confusión o de evolución hacia un modelo diferente. ¿Se hacen demasiadas exposiciones? ¿Se busca más público? ¿Más ingresos? ¿Hay un número ideal de exposiciones temporales? ¿Está bien romper fronteras temáticas y cronológicas?

Los responsables de los museos niegan haber infectado a sus centros con el virus de la exposicioncitis de que habla Montebello. Sí creen que se hacen demasiadas y que su rigor no es siempre el exigible. Afirman que sus programas se realizan buscando difundir conocimiento, no lograr dinero. La mayor parte considera que se debe reflexionar sobre las fronteras que acotan los contenidos.

VICENTE TODOLÍ. TATE MODERN "No somos mausoleos"

Vicente Todolí dirige uno de los museos con más actividad: juega con un mínimo de seis exposiciones al año. Simultanea una mayoritaria con otra más de culto. En estos momentos expone Definiendo el constructivismo de Rodchenko & Popova (será el plato fuerte del verano en el Reina Sofía) y la artista norteamericana Roni Horn. "No creo, en absoluto, que los museos realicen demasiadas exposiciones. Nosotros dedicamos dos terceras partes del museo a la colección permanente y el resto a temporales. Creo que el museo tiene la obligación de realizarlas porque son el resultado de los trabajos de investigación de los curators. En el mundo de la ciencia, los investigadores tienen sus boletines; en el campo del arte, los investigadores tienen las exposiciones. De otra forma, sólo los especialistas podrían acceder a los descubrimientos y análisis de artistas concretos o fenómenos creativos que se muestran en las exposiciones. Si los museos no hacen esto, se convierten en mausoleos o cementerios. No programamos en función de la recaudación".

Todolí es de los que aplaude la ruptura de las fronteras museísticas. "Me parece muy bien. Eso sí, tiene que tener un sentido y estar en relación con la esencia del museo. También tenemos que tener en cuenta que es muy diferente lo que se hace en los museos de EE UU de lo que se hace en los europeos. Allí, al funcionar con fondos privados, pueden programar lo que quieran. Sólo tienen que preocuparse de que las programaciones no choquen. Sí creo que las colecciones tienen que estar muy bien definidas y no sufrir saltos o cambios de criterio locos".

MIGUEL ZUGAZA. EL PRADO "Auténticas subastas"

Miguel Zugaza es el director más rompedor del panorama nacional. Ha mostrado una performance con Miquel Barceló en el Casón del Buen Retiro, ha expuesto a Twombly y ahora a Bacon dentro de las salas nobles del museo. De entrada, está de acuerdo en que el número de exposiciones es excesivo. "En el mundo, y particularmente en nuestro país, se hacen muchas exposiciones. Tradicionalmente era una práctica reservada a los museos y hoy se ha convertido en una auténtica subasta. Pero, en cualquier caso, lo importante no es si se hacen demasiadas o no, sino si las que se hacen responden a una verdadera necesidad. Lo que puedo garantizar es que son muchos los proyectos a los que negamos nuestra colaboración por su falta de rigor y la poca seriedad de las instituciones organizadoras".

Como regla general, Zugaza realiza anualmente tres exposiciones grandes y tres pequeñas. La programación no es caprichosa. "Una exposición en un museo como el Prado es la última fase de un proceso de estudio, de investigación. No todas las investigaciones llegan a esa fase. Otras se quedan en un libro. Ese paso se puede dar cuando el museo o la institución organizadora tiene algo relevante que comunicar a la comunidad científica y a sus visitantes. Además, personalmente creo que las exposiciones tienen que interesar al mayor número de personas posibles. Esto es lo que justifica que viajen y se reúnan las obras que se encuentran dispersas en distintos museos y colecciones".

Las exposiciones son, en su opinión, un elemento dinamizador para el público pero con costes. "En el caso particular del Museo del Prado", explica, "una exposición es una fuente de gasto extraordinario. Tratamos, desde un punto de vista económico, de cubrir estos gastos a través del patrocinio y de los ingresos por entradas. Hay exposiciones en las que lo conseguimos y en otras, no. Por ejemplo, sin la garantía del Estado, sería imposible organizar exposiciones como Rembrandt o Bacon. Los costes serían inasumibles".

La incorporación del arte contemporáneo en la programación de exposiciones de los museos históricos responde a dos factores, según el director del Prado. "Uno es de carácter histórico y crítico: el arte del siglo XX es histórico igual que llegó a serlo el arte de los siglos precedentes. La constatación de la existencia de esta consciencia histórica de la vanguardia del siglo pasado origina una reflexión ineludible. Exposiciones como la de Picasso o Bacon contribuyen a ello. Por otra parte, debemos saber que el propio arte actual, el del siglo XXI, ha roto claramente su aislamiento respecto a la historia y son los artistas quienes reclaman una nueva relación con el pasado y con el museo histórico. Ha ocurrido lo mismo en otras épocas pero quizá a nosotros nos resulta más difícil todavía romper con el poderoso paradigma de que el arte de vanguardia se ha hecho en contra de la historia. En cualquier caso, creo que los museos históricos deben participar en esta reflexión pero de una forma controlada. No vale todo".

JOSÉ GUIRAO. CASA ENCENDIDA "Se alimenta la industria"

El ex director del Reina Sofía y actual responsable de La Casa Encendida responde tajante que el número de exposiciones es excesivo y que no todas se ajustan al título con el que se presentan. "Debería buscarse aportar nuevas visiones o descubrimientos en el terreno de la historia del arte, de la estética o del pensamiento, al público y a la comunidad artística, pero en muchos casos se trata de puro activismo vacío de contenidos, que alimenta más a la pequeña industria del arte que a las instituciones que las organizan en términos de ingresos económicos".

Guirao es de los que recelan del trasvase temático entre museos. Para él, las barreras siguen teniendo sentido: "Si estas exposiciones responden a nuevas y justificadas lecturas de la colección del museo y a políticas a medio plazo y sustentadas en la actividad ordinaria del mismo, como su labor de investigación, me parece bien. En caso contrario sería un mal ejemplo".

GUILLERMO SOLANA. THYSSEN "Se hacen muchas malas"

El conservador jefe de la Fundación Thyssen cree que es irónico que sea precisamente Montebello, el gran inventor de las exposiciones temporales en los museos, el que ahora denuncie que el modelo se les ha ido de las manos. "Es una autoironía con la que Montebello quiere decir que él, que ha presidido durante varias décadas el mejor museo del mundo y ha promovido una edad de oro de los museos a través de las grandes exposiciones, es al mismo tiempo lo bastante listo para ver los límites del modelo que impulsó".

Solana opina que se hacen demasiadas muestras malas. "Se hacen demasiadas exposiciones que no son lo que prometen; exposiciones que se titulan por ejemplo Obras maestras del museo de... y consisten en cosas desenterradas de los almacenes del museo en cuestión. Se hacen demasiadas exposiciones de ocasión, de esas que vienen empaquetadas y se alquilan por una cantidad de dinero. Por el contrario, se hacen muy pocas realmente buenas: originales, rigurosas, atractivas. De estas últimas hacen falta muchas más".

Convencido de que cada centro debe realizar el número de exposiciones que pueda asumir, asegura que lo que se busca siempre es el incremento de visitantes. Con cubrir gastos, el objetivo está cumplido. "Contra lo que algunos parecen creer, hacer exposiciones no es un buen negocio". Para Solana, hablar de barreras, es absurdo. "Son artificiales. La historia del arte es una, y la misma antes y después de 1900. Y el museo imaginario universal incluye tanto a la Gioconda como al cómic".

KLAUS SCHRÖDER. ALBERTINA "Buscamos deleitar"

El Albertina de Viena es capaz de simultanear tres exposiciones importantes por temporada. Su director, Klaus Albrecht Schröder, es contrario a los límites y, si el público responde, no hay motivo para reducir. "La experiencia nos demuestra que podemos abrir una nueva exposición potente cada tres meses".

"Aquí nos encontramos con el mismo fenómeno que en la economía. El beneficio nuestro está en despertar el interés. Si hay visitas, es que ofrecemos un buen producto. Nuestro primer objetivo es deleitar. Si con ello ganamos dinero, mejor, porque lo ideal sería que los museos fueran autosuficientes". Con unos fondos de un millón de grabados y 40.000 dibujos, e

l Albertina es un museo "pionero" en mezclar arte antiguo y contemporáneo en su programación. "Pienso que poner barreras es una manera muy anticuada de hacer los programas en los museos y que en el siglo XXI deberíamos aplicar otros criterios".

JIMÉNEZ BURILLO. MAPFRE "Como en los libros"

La Fundación Mapfre es una de las múltiples instituciones privadas que contribuye al crecimiento de la oferta artística. Su director, Pablo Jiménez Burillo, opina que el número puede ser excesivo, pero cree que, como en el mundo del libro, las novedades son necesarias. "La verdad es que no podríamos imaginar una editorial sin novedades y hoy en día tampoco un museo sin exposiciones. Habría, sin embargo, que hacer una diferencia entre exposiciones que realmente plantean maneras de ver, puntos de vista, novedades u obras que habitualmente no se pueden ver y otras que parecen instaladas en una cierta rutina".

Contrario a fijar un número de exposiciones, considera que es enriquecedor que los museos abran sus fronteras. "En los últimos años la gente se ha acostumbrado a ver con la misma naturalidad el arte antiguo y el moderno y contemporáneo, con lo que las antiguas divisiones cronológicas ya no nos sirven. Además, ver a un artista contemporáneo en un museo histórico da un nuevo punto de vista sobre él. Aunque no habría que olvidar el principio de las exposiciones que tienen que ver con las propias colecciones".

BORJA-VILLEL. REINA SOFÍA "Consumo más que arte"

Manuel Borja-Villel se suma a los que reconocen que hay un exceso de exposiciones. "La cultura y el arte se han convertido en mercancías, elementos de consumo y, como tales, parecen destinados al intercambio de bienes más que al conocimiento o a la experiencia estética. De ahí que a menudo los museos se comporten como centros de producción de eventos destinados a la obtención de nuevos mercados y públicos. El resultado es la sobreproducción que no siempre aporta demasiado. El problema, con todo, no es que se hagan demasiadas exposiciones; el problema es que muchas son simplemente banales porque su objetivo final no es la experiencia estética, sino el consumo".

El director del Reina Sofía no es partidario de marcar un número fijo de muestras expositivas. "Sería como limitar la producción de un artista o de un escritor. Lo importante es tener ideas que explicar y analizar. Dicho esto, es cierto que existe una relación entre la escala del centro y el número y naturaleza de las exposiciones que éste puede organizar o albergar".

Mientras remata la revolucionaria iniciativa de incluir grabados de Goya en la colección permanente del museo, Borja-Villel se muestra a favor de que todos puedan ampliar fronteras. "No creo que los museos de arte moderno y contemporáneo salgan perjudicados porque el Prado o la National Gallery hagan exposiciones de arte contemporáneo. Lo que habría que preguntarse es si estos museos históricos o los propios artistas pueden salir perjudicados por el hecho de que aquéllos se adentren en campos que en principio le son ajenos. Si se organizan exposiciones de arte del siglo XX sólo por captar nuevas audiencias, estamos cometiendo un error, traicionando la misión para la que los museos fueron concebidos y al mismo tiempo fetichizando y normativizando un tipo de arte que por definición es abierto".

sábado, 28 de marzo de 2009

ARTeria, el emporio cultural de la SGAE

http://www.abc.es/

SUSANA GAVIÑA | MADRID

Sábado, 28-03-09

Ramiro Osorio acaba de aterrizar en su nuevo despacho como director general de ARTeria. Todavía le quedan cajas por desembalar, que se mezclan con los paquetes que le llegan como responsable de su nuevo cometido. No se asusta ante el reto que acaba de asumir: llevar el timón de un ambicioso proyecto -con una envergadura similar a las infraestructuras culturales del Estado en el exterior-, promovido por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la Fundación Autor, que está en pleno proceso de construcción. La gestación del proyecto se remonta a principios de este milenio, «pero se ha materializado ya en algunos escenarios, como el teatro Metropolitan de Buenos Aires, que funciona desde hace tres años, o el edificio de Santiago de Compostela», indica Osorio.
Bajo el nombre de ARTeria, que dirigirá una fundación y en última instancia los propios creadores, se enmarca una incipiente red internacional de sedes artísticas y culturales -que acogerán todo tipo de disciplinas: teatro, danza, música, audiovisual-, con centros de educación y producción.
De momento son catorce multiespacios culturales, de los que cuatro están ya operativos y otros diez en fase de ejecución. La red pretende ser ante todo un puente entre España -con centros en Madrid, Valencia, Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla, Bilbao y Santiago de Compostela- e Iberoamérica -Buenos Aires y México-, pero también llegará a ciudades con importante población hispanohablante como Nueva York, «donde queremos crear un centro cultural que muestre la calidad y la innovación de la generación contemporánea de artistas de Iberoamérica, y que se convierta en una referencia en la ciudad».
En total esta red tendrá más de 160.000 metros cuadrados -entre aulas, salas polivalentes, plató de tv, oficinas, talleres...-, sin contar los que ocupará el edificio de la ciudad de los rascacielos -«es un proyecto que estamos negociando todavía»-, uno de los centros más ambiciosos de ARTeria junto a los de Valencia, Sevilla y Madrid.
Para la puesta a punto de todos ellos, que se espera estén funcionando a finales de 2011 -«esta año inauguraremos uno en Madrid, otro en Barcelona y otro en Bilbao», anuncia Osorio-, ARTeria cuenta con un presupuesto de «300 millones de dólares, aportados la mayor parte por la SGAE», y el resto por algunos socios que se han sumado a la aventura, «como la Generalitat Valenciana y la Escuela de Música Berklee, que participarán en la creación de la Torre de la Música», primera sucursal en Europa de la prestigiosa institución erradicada en Boston, que comenzará a funcionar a finales de 2011.

En la gestión y la política

Ramiro Osorio, cuyos inicios están marcados por la dirección teatral, ha compaginado a lo largo de su trayectoria profesional la gestión cultural con la política -ésta más por obligación que por devoción-. Responsable de poner en marcha el Ministerio de Cultura de Colombia, cuyo sillón ocupó en 1997, ha dirigido varios festivales como el Cervantino de Guanajuato o el de Teatro Iberoamericano de Bogotá. Director de las dos ediciones que duró el Festival Entre Culturas que se celebró en Sevilla entre 2005 y 2007 -«en cuyo marco presentamos en España a la Orquesta Infantil y Juvenil Simón Bolivar, dirigida por Gustavo Dudamel», indica con satisfacción-, en 2006 se instaló en Madrid para ocupar la Dirección de Cultura de la Secretaría General Iberoamericana, donde se pusieron en marcha iniciativas como Ibermedia e Iberescena. Toda esta experiencia le atribuyen méritos suficientes para conocer la realidad cultural iberoamericana y también española.

Diálogo entre artistas

ARTeria se levantará sobre cuatro valores fundamentales: «Diversidad, imaginación, calidad y creatividad», señala Osorio, para quien SGAE no es tan sólo una institución que se dedica a recaudar derechos de autor. «Es mucho más. Se ha comprometido seriamente en la formación y en la promoción del talento, y en su distribución. Y este proyecto permite desarrollar todas esas vocaciones que se han ido gestando a lo largo de los más de cien años que tiene de vida la entidad, y que en la actualidad cuenta con más de 90.000 socios, una buena parte de ellos de Iberoamérica».
Uno de los objetivos de ARTeria es construir un puente cultural «que haga posible el diálogo entre los artistas de un lado y del otro, que se traduce en coproducciones, en movilidad, en formación... Eso es, en definitiva, ARTeria: una red de espacios que desarrollará todo eso».
A pesar del alto presupuesto que se invertirá en él, Osorio subraya que no se trata de un proyecto empresarial, sino que «está montado en una lógica de negocio de carácter social, pues la SGAE no fue creada con ánimo de lucro. ARTeria no es una empresa pura y dura pero no tiene ánimo de pérdida, ni económica ni cultural. Tiene que tener una recuperación social -subraya-. Todo lo que se gane en estos espacios se reinvertirá». En ellos tendrán prioridad evidentemente los socios y autores de la SGAE, pero también tendrán cabida otras iniciativas a través de la comercialización de los espacios.
Al director general de ARTeria no le asusta la palabra crisis y cómo ésta puede afectar la culminación de ARTeria. «A mí me ha tocado crear un ministerio con pocos recursos. En Iberoamérica se convive con ella de manera habitual -bromea- . Lo que está en marcha está cumpliendo los tiempos previstos -asegura-, pero obviamente una crisis como ésta implica que nos replanteemos un reajuste muy severo de los gastos y revisar los procesos económicos. La idea es que no tengamos que retrasar nada y que aprovechemos esta circunstancia como un espacio de oportunidades. Si somos capaces de crear una nueva metodología de gestión, habremos encontrado la manera de hacer con muy poco muchas cosas. Hacer complejos culturales muy eficientes, con equipos de personas muy pequeños pero muy cualificados».

Espacios multifuncionales

Todo los espacios contendrán los elementos necesarios para su sostenibilidad, «que no sólo una sala de teatro puede aportar», por lo que se ofrecerá en ellos otros servicios, como restaurantes y tiendas, en las que se tendrá acceso a las creaciones de los autores, publicaciones y grabaciones gracias a la ediciones del sello Autor, también de la SGAE.
«Cada uno de los espacios tiene un modelo y se convertirán en un detonador del desarrollo cultural del país o la ciudad en la que se encuentren». En el caso del teatro de Sevilla, que tendrá un aforo de hasta 3.500 personas y que contará incluso con plató de televisión, éste se convertirá en el centro «de las nuevas tendencias escénicas»; mientras que el Palacio del Infante Don Luis, en Boadilla del Monte (Madrid), y donde se instalará la Fundación Autor y el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), será esencialmente «un espacio de encuentro y convivencia entre artistas de diversos países».

Elefant Records, la profunda huella del abanderado del pop

Los suecos Speedmarket Avenue participan en la celebración.

Los suecos Speedmarket Avenue participan en la celebración.

  • Asistió a la apertura de la sala Maravillas y es responsable de mantener el vinilo

Ha asistido al nacimiento del Festival de Benicàssim y de la añorada sala Maravillas y es en gran parte responsable de mantener vivo el mercado del vinilo en España. El sello Elefant se autodenomina el abanderado del nuevo pop español y nadie se atreve a decir lo contrario. En este 2009 cumple 20 años de existencia, tiempo en el que ha estado al frente Luis Calvo, gurú de la escena independiente cuando el término aún no había perdido su significado.

"Éramos muy jóvenes y estábamos un poco locos, al menos yo. Mi pasión por la música me daba muchas fuerzas para meterme en mil locuras. Hubo un par de años que fueron una pasada, así lo recuerdo, con mucho trabajo, durmiendo poco o casi nada y casi todo haciéndolo nosotros mismos, una actitud de lo más punk. Es la memoria de lo que pasó entonces contada por Luis Calvo, quien junto a Montse Santalla fundó Elefant Records.

"Hubo un par de años que fueron una pasada, con mucho trabajo, durmiendo poco o casi nada y casi todo haciéndolo nosotros mismos"

"Éramos autosuficientes y yo tenía un sueño en aquella época, quería crear una escena 'indie' en España, una infraestructura potente que se mantuviese por sí sola, como existía en Reino Unido o en otros países", recuerda Calvo, quien fuera años después guía del 'Viaje a los sueños polares' que miles de oyentes compartieron cada noche de radio con él y con Joako Ezpeleta.

Los Planetas, Nosoträsh, Le Mans, Los Flechazos o Carlos Berlanga se han subido a este arrollador paquidermo en este tiempo. Son sólo cinco referencias españolas de los cientos de artistas publicados por Elefant, sello con la mirada siempre puesta en el extranjero en un país poco dado al turismo musical y que además se vanagloria de ello.

La inminente llegada de los 90 se convirtió en talismán para la escena española. Junto a Elefant también nacieron otros históricos que a día de hoy siguen siendo omnipresentes y reputados testigos de la vanguardia musical, como Subterfuge, otro ejemplo de lo lejos que puede llegar un fanzine y que también celebra este año su veinte aniversario.

La mítica sala Maravillas

Si la escena 'Madchester' británica tenía su epicentro en el mítico local Hacienda, el Madrid de la época giraba en torno a la sala Maravillas, antepasado de la actual sala Nasti que en los últimos meses libra una dura batalla por mantener viva la noche de la capital.

"Nos gusta mucho el vinilo y queremos seguir sacándolos, después de todos estos años lo mas importante es poder hacer lo que nos da la gana"

"Las salas de conciertos forman parte del negocio, los conciertos y la noche en general son una parte básica e importante, es el termómetro para saber cómo están los grupos, las canciones y las cosas en general... También es energía para seguir trabajando; ir a un concierto de un grupo del sello y ver a la gente disfrutar te da mucha fuerza y mantiene viva la ilusión después de tanto tiempo".

El reto es aún más valiente si se tiene en cuenta que parte de su catálogo se edita en vinilo. Toda una declaración de intenciones. "Yo crecí comprando singles de vinilo y me parece un formato muy bonito y especial", dice Calvo. Ahora es una lucha, se vende muy poco y es muy caro fabricarlo, sobre todo como los hacemos nosotros, en ediciones muy cuidadas. Nos gusta mucho el vinilo y queremos seguir sacándolos, después de todos estos años trabajando lo mas importante es poder hacer lo que nos da la gana, sacar lo que queramos y como queramos, sin preocuparme en si es rentable o no".

Para celebrar el 'milagro', se prepara un año lleno de fiestas conmemorativas con lo mejor de su catálogo. Una de ellas fue el viernes, en la sala Ocho y medio de Madrid, con los suecos Speedmarket Avenue y Les très bien ensemble. El sábado 4 de abril los fastos se trasladan a la sala Sol, con la actuación de Cola Jet Set y Guille Milkiway como Dj invitado.

Y qué mejor para seguir en la brecha que reinventar el negocio. En 2009 llega Elefant Music Supervision, una pequeña empresa creada para la supervisión musical en proyectos audiovisuales (películas, documentales, publicidad...).

"Hemos visto cambiar muchas cosas en el mundo de la música en este tiempo y hemos vivido momentos históricos, el cambio del vinilo al CD, la era digital, Internet ... Los próximos 20 años serán mucho mejores para Elefant, aunque somos conscientes de que tenemos que seguir adaptándonos a los nuevos tiempos y las nuevas formas de entender la música", advierte su fundador.

La Excepción da "una colleja" a las discográficas y cuelga su disco gratis en la red

El Langui, vocalista del grupo, aduce que algunos sellos engañan a los autores

http://www.elpais.com/EFE - Madrid - 27/03/2009

El grupo madrileño de hip hop La Excepción ha lanzado gratis su tercer disco, La verdad más verdadera, a través de su página web, en un gesto que pretende ser "una colleja" a las discográficas que engañan a los autores, ocultándoles incluso, como les ha pasado a ellos, que sus trabajos han sido Disco de Oro. Así lo ha explicado a EFE Juan Manuel Montilla, El Langui, vocalista de esta formación del barrio madrileño de Pan Bendito que se ha erigido en una de las banderas del hip hop nacional con el rap caló de sus dos trabajos anteriores, Cata Cheli (2003) y Aguantando el tirón (2006).

Dos álbumes con los que, además de premios como el MTV Europe al mejor grupo español, han sido Disco de Oro, un dato que ellos desconocían hasta que empezaron a sospechar de su discográfica (Warner/Zona Bruta) cuando intentó "manipular" una reedición de uno de sus discos y les pidió un tanto por ciento de sus ganancias de los conciertos.

Ahí decidieron "tirar de la manta" con la ayuda de una abogada especiaista en la industria musical y descubrieron, entre otras cosas, que los contratos que habían firmado se referían incluso a artículos legales que no existían, para exigirles porcentajes, o que "mientras a nosotros nos decían que dábamos números rojos, ellos habían acumulado unas ganancias comprobables de más de 500.000 euros con la venta de nuestros discos".

La Excepción demandó el año pasado a la discográfica por "falta de pago de royalties y errores en las liquidaciones", entre otras cosas, además de por "no respetar sus creaciones tal y como ellos las componen", una demanda que quieren mantener "por compromiso, porque hay muchos artistas que no se atreven o no pueden hacerlo".

"Y porque hay muchos grupos con el mismo talento que nosotros o más y cuya música, en la que han puesto su alma, está en un cajón de una discográfica que ni siquiera les da la carta de libertad para irse", apunta. "Nosotros estamos ahora en nuestro mejor momento", explica El Langui, que el año pasado recibió dos Goyas, al Mejor Actor Revelación y a la Mejor Canción Original, por su trabajo en la película El truco del manco, con la que Santiago Zannou logró el Goya como Mejor Director Novel.

Órdago a las discográficas

Pero eso no les ha hecho olvidar una demanda cuya vista oral ha sido fechada para enero del 2010. "Si perdemos, pues ya veremos, pero si ganamos, ganan la música, los autores y los oyentes. Porque las compañías siempre han sido víboras, vampiros, pero ahora, con esto de la piratería, se han vuelto demonios", apunta El Langui. Y mientras, se han hecho con su propio estudio de grabación y han realizado un nuevo disco que ahora sus seguidores pueden descargarse gratis en su web, junto con la portada, la contraportada, el libreto y la galleta del CD.

El Langui asegura que en este disco, además de la composición, los tres miembros de La Excepción -él, Gitano Antón y Dako Style- se han hecho cargo "del 90% de la producción" de las canciones y de la producción ejecutiva, para un álbum que es "más responsable, más maduro y más comunicativo" y que han cuidado tanto o más que sus anteriores. "No podemos permitirnos no estar a la altura", dice el vocalista sobre este nuevo trabajo, en el que, una vez más, apuestan por la crítica social y por una reflexión sobre la libertad. "Pero no encuentras en él un insulto ni una referencia a la demanda contra la discográfica, porque nuestra música es aparte", asegura.

Para su primer vídeo, también producido por ellos, La Excepción ha contado con Santiago Zannou para hacer "una revisión" de la obra de Antonio Mercero La cabina, que protagonizó, en uno de sus papeles más brillantes, José Luis López Vázquez. "Aquel filme hablaba de la libertad de expresión y removió conciencias, nosotros hemos querido plasmar que a día de hoy seguimos igual, porque las discográficas son como dictaduras. Pero al final, en nuestro corto, rompemos la cabina", apunta.

jueves, 26 de marzo de 2009

¡Viva el exceso!

Madrid acoge el viernes 27 'La noche de los teatros', una oportunidad para disfrutar de multitud de espectáculos en las calles y las salas de la capital

http://www.elpais.com/ROSANA TORRES - Madrid - 26/03/2009


La noche de los teatros nació hace muy poco, tan sólo tres años, y a pesar de ello ya se ha consolidado como una actividad incorporada a la vida cultural de Madrid. Y ello sin que hayan transcurrido los consabidos cinco años de rubicón que se suelen esperar-pedir para que algo se convierta en marca.

El acierto no sólo estriba en que la mayoría de los actos sucedan de noche, algo que tanto gusta a los habitantes de Madrid cuya fama de noctívagos no es casual. Ni en que los teatros de la ciudad se hayan sumado a la juerga dejando sus precios de taquilla mucho más accesibles. Ni en que los actores compartan con todos los espectadores de los cinco continentes un mensaje que a nivel mundial lanza el Instituto Internacional del Teatro a través de la palabra de un creador escénico, en el que se habla de las bondades del teatro para la sociedad, sea ésta cual sea. Para muchos lo más importante es que con motivo de este evento se da voz y espacio a muchas gentes y creadores a los que les es difícil llegar a sus espectadores y también el hecho de que muchas salas se abren para abordar propuestas en torno al teatro a las que no tenemos acceso habitualmente y, a veces, ni siquiera excepcionalmente.

Esas inusuales experiencias teatrales son las que de pronto se convierten en protagonistas de la noche, dejando a las primeras estrellas del teatro por una noche, en actores de reparto. Lo cual está muy bien. Y encima con el atractivo añadido de que todas esas actividades son gratuitas y de entrada libre hasta completar aforo, exceptuando el Círculo de Bellas Artes (1 euro), la Filmoteca (2,5 euros) y La Casa Encendida (2 euros). Entre otras muchas propuestas llaman la atención la lectura dramatizada de Hijos de Hybris de Jerónimo López Mozo, a cargo del grupo de teatro La Cacharrería. Será en el Ateneo, donde además habrá también café-teatro. Para los amantes de lo exótico Casa Asia se adentra en algo tan excepcional como es el Teatro Kabuki, que junto al Nô, conforma el género teatral japonés de mayor importancia, con un programa de marionetas, conferencia, actuación y proyección de documentales sobre el tema.

En el Centro Cultural Julio Cortázar tenemos una interesante propuesta dirigida por José Ramón Fernández puesta en pie con textos de jóvenes autores. Se trata de La destrucción de Sodoma, cuya interpretación corre a cargo de alumnos de la Real Escuela Superior de Arte Dramático, Escuela Municipal, Laboratorio de William Layton, Asura y Acción Escena.

Para los que se encuentren con ganas de una propuesta de mayor calado intelectual nada mejor que ir a escuchar el pregón del dramaturgo Francisco Nieva, o acudir al Centro Ruso de Cooperación Cultural y Científica-Teatro de Cámara donde habrá un encuentro con el director del Teatro de Cámara Chèjov, Ángel Gutiérrez que hablará de El teatro que me enseñaron en Rusia. También los Teatros del Canal abren sus puertas con diversas propuestas y en lo referente a lo que ahora proponemos tenemos la conferencia Cuatro miradas sobre la escena europea en la que intervendrán: Albert Boadella (Director Artístico de los Teatros del Canal); Mateo Feijóo (Director Artístico del Teatro de La Laboral de Gijón); Maurici Farré (Dramaturgo Jefe de la Volksbühne); y Sergio Escobar (Director del Teatro del Piccolo de Milán).

Para los disfrutones con las exposiciones hay dos en torno al teatro. Una en el Complejo El Águila llamada La Noche de Miguel de Molina. Arte y provocación en torno al famoso cantante y cupletista y otra en el Círculo de Bellas Artes bajo el nombre de Pablo Ruiz Picasso. El deseo atrapado por la cola sobre la obra homónima escrita por Picasso, su único texto dramático cuyo estreno (una lectura dramatizada en casa de los hermanos Leiris) tuvo a Albert Camus como director, mientras Simone de Beauvoir, Dora Maar y Jean Paul Sartre, entre otros, representaron distintos papeles.

Los amantes de la danza pueden acudir al Centro Cultural Moncloa-Distrito 9 donde se ofrece Solo de Noche con grandes bailarines como Daniel Abreu, Chevi Muraday, Najarro, Carlos Chamorro, Daniela Merlo y Selena Muñoz.

Y tampoco hay que olvidar que en el Reina Sofía hay Solo de danza de la coreógrafa y bailarina croata Selma Banich: una obra estrenada en la temporada 2007/2008 en el Teatro&td y la Semana de Danza Contemporánea de Zagreb que se organizaanualmente.

En la Filmoteca Nacional-Cine Doré hay un programa triple en torno al teatro con la proyección de Las leandras; Sleuth (La huella) de Kenneth Branagh y 'Phaedra de Jules Dassin (Fedra, 1961).

Y para los marchosos hay Una noche de libertad escénica en espacios urbanos que se podrá disfrutar en la calle Bravo Murillo hasta Fuencarral. Entre otras cosas una Cabalgata Barroca de Teatro por Morboria Teatro y además 20 espectáculos en seis escenarios distribuidos a lo largo de un tramo de la calle, entre las estaciones de Quevedo y Bilbao. Son piezas breves simultaneadas de entre 10 y 15 minutos de duración con diversas actuaciones de interacción con el público. Y para los nocturnos de verdad no hay más que seguir la noche en vivo en muchas salas. En cualquier caso recomendamos efusivamente echar una ojeada al programa, porque la oferta es mucha y variada.

lunes, 23 de marzo de 2009

La ciudad se museíza

Las mutaciones de la metrópoli postmoderna girarán en torno al espectáculo y a la categorización de los espacios


http://www.publico.es/ISABEL REPISO - Madrid - 23/03/2009 05:14

El modelo de ciudad que en el Renacimiento promulgó Florencia, con dimensiones abarcables para el ser humano, morirá definitivamente en el siglo XXI. A cambio, la urbe copiará el modelo del macromuseo. Estas son las claves del cambio que vaticinan filósofos y arquitectos.

‘Urbespectáculo'

"Desde el punto de vista arquitectónico estamos viviendo un salto radical. Ya no nos reconocemos en aquella ciudad de cafés literarios de la modernidad. Si nos fijamos en Tokyo, Dubay o Shangai, observamos que son el mejor exponente del espectáculo; como urbes son y se reivindican en él", avanza Luis Arenas, filósofo y coordinador junto al arquitecto Uriel Fogué del I Encuentro Internacional de Arquitectura y Filosofía, que se desarrolla hoy y mañana en la Universidad Europea de Madrid. Más allá de esperar ansiosamente la obra de Warhol o Bacon, la ciudad postmoderna vive y muta según una serie de eventos consolidados económica y políticamente, como los Juegos Olímpicos o las Exposiciones Internacionales. "Los poderes públicos parecen haber asumido sin asomo de crítica que la lógica del capitalismo tardío es la lógica del espectáculo", advierte Arenas.

Conflicto con el poder

Esta mutabilidad basada en el espectáculo opera desde un plano más político que social, lo que se manifiesta en un desencuentro entre el poder que gestiona la ciudad y los ciudadanos que la habitan. Precisamente, este es uno de los problemas más diagnosticado por la filosofía, que el catedrático de Metafísica
Félix Duque resolvería con una mayor penetración de la sociedad en lo público: "No debería ser una imposición jerárquica de arriba abajo, sino que debería beber de movimientos espontáneos de peñas y barrios".

El evento urbani se percibe como una compensación a la gris homologación

Manifestaciones como las protestas contra la guerra de Irak son para el arquitecto Andrés Jaque básicas para expedir la receta de la participación: "Ese rechazo no tenía representación en los discursos públicos y se organizó a través de acciones individuales". Por tanto, lo que hay que activar son canales de participación colectiva, "habilitar un parlamento para posicionarse sobre los edificios que se van a hacer. Y si el edificio es público, debería habilitarse un parlamento público", razona. Una propuesta que contradice al grueso de los procesos constructivos que se dan en la actualidad, en especial aquellos en los que se encarga un proyecto a un arquitecto estrella y acaba erigiéndose en un símbolo de identidad para la ciudad. "Cuando un político quiere un edificio sin polémica, delega en un arquitecto estrella. ¿No sería mejor abrirlo a un debate público?", se pregunta Jaque.

División por usos

Desde un punto de vista formal, la metrópoli vuelve al modelo del museo en la categorización y parcelación del espacio. Según Duque, en dos áreas: el lúdico, en el centro; y el político, en la periferia. "Los verdaderos centros de decisión, de trabajo y hasta de programación de la diversión se disponen more geometrico en los márgenes de la ciudad, reproduciendo la fría lógica del capital", explica.

Cada lugar adopta una estética predeterminada según su funcionalidad; de ahí que las urbanizaciones sean fácilmente reconocibles en el prototipo que reproducen series como Mujeres desesperadas. La mundialización de estos espacios y su reiteración en las metrópolis del primer mundo produce que el ciudadano perciba los acontecimientos extraordinarios -el espectáculo- como una compensación a esa homologación grisácea.

"A medida que las ciudades han ido haciéndose más iguales entre sí, mermando progresivamente sus identidades, se ha hecho necesario emplear recursos publicitarios y mercantilistas para manufacturar tales distinciones. Se trata de poner de relieve distinciones que están más allá de toda diferencia", advierte Kevin Robin, de la City University (Londres). Un planteamiento que se integra perfectamente en la sociedad actual, basada en el simbolismo de las marcas.

La postmetrópoli o por qué necesitamos lugares

Por Massimo Cacciari (filósofo y alcalde de Venecia)

El habitar no tiene lugar allí donde se duerme y de vez en cuando se come, donde se ve la televisión y se juega con el ordenador; el lugar del habitar no es el hogar. Tan sólo se habita la ciudad; pero no es posible habitar la ciudad si esta no está dispuesta para ello, esto es, si no “da” lugares. El lugar es allí donde paramos; es la pausa –el lugar es algo análogo al silencio que viene marcado en una partitura; no hay música si no hay silencio–.

El territorio postmetropolitano ignora el silencio; no nos permite pararnos, “recogernos” en el habitar. Vivimos obsesionados con imágenes y mitos de la velocidad y de la ubicuidad, mientras los espacios que construimos insisten en definir, delimitar, confinar. Necesitamos lugares donde habitar, pero no pueden ser espacios cerrados que contradigan el tiempo del territorio en el que vivimos.

El espacio metropolitano era todavía, por usar una metáfora tomada de la física contemporánea, un espacio de “relatividad restringida”; así, el espacio del territorio post-metropolitano será un espacio de “relatividad general”. Para el territorio postmetropolitano necesitamos la architecturae scientia de la que hablaban los antiguos: capacidad para construir lugares adecuados al uso, que se correspondan con las exigencias y los problemas de su propio tiempo.

Pero un lugar asume un valor simbólico cuando existe entre las personas un ethos común. Es necesario, quizá, comenzar ya a proyectar en voz baja, modestamente, la renuncia a las grandes pretensiones simbólicas que asedian la arquitectura contemporánea. Si esto pueda satisfacer nuestra exigencia de lugares habitables, no sabría decirlo. Sí sé que hoy vivimos inmersos en estas disociaciones que nos hostigan, en medio de contradicciones estridentes que es necesario volver a pensar.

¿Es la cultura un sector como los demás?

La recesión económica está afectando de manera profunda al mecenazgo y a las donaciones privadas. Tanto los poderes públicos como los artistas tendrán que hacer ajustes y afrontar las nuevas circunstancias

http://www.elpais.com/JAIME OTERO ROTH 23/03/2009

La recesión afecta también al sector de la cultura. Mientras que la demanda de bienes y servicios culturales registra descensos en la mayoría de los países industrializados, la pérdida de valor de los activos financieros afecta al mecenazgo y las donaciones privadas al tercer sector. Museos, teatros y festivales cancelan producciones y ajustan plantillas. El Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles ha estado a punto de cerrar o fusionarse con otro museo. El Rose Art Museum quizá tenga que vender su colección para salvar las cuentas de la Universidad de Brandeis (Nueva Inglaterra). En diciembre, la Ópera de Baltimore se declaró en bancarrota.

La noticia en otros webs

Museos, teatros y festivales cancelan producciones y ajustan plantillas

Los más optimistas ven en esta crisis una ocasión para la innovación y las reformas estructurales

Los grupos de presión se han movilizado. Durante el paso por las Cámaras del primer paquete de medidas de estímulo del presidente Obama, pidieron un significativo apoyo a las artes. Una campaña reunió firmas para asignar el 1% de los fondos a la cultura (lo que hubiera supuesto una cantidad de 7.870 millones de dólares) alegando los efectos positivos de los programas WPA (Works Progress Administration) del presidente Roosevelt en la década de 1930, que incluyeron también ayudas para artistas. Otra iniciativa promueve la creación de un departamento federal de Cultura de rango ministerial.

Finalmente, las asignaciones tuvieron que sufrir recortes para recibir el necesario apoyo parlamentario. El National Endowment for the Arts (agencia creada por el presidente Johnson en 1965) recibirá 50 millones de dólares adicionales, lo que aumenta su presupuesto en más de un tercio, pero la Smithsonian Institution sólo dispondrá de 25 millones de dólares, lejos de los 150 inicialmente propuestos. Al aprobarse, de vuelta en la Cámara de Representantes, la Ley de Recuperación y Reinversión, el congresista demócrata David Obey ha recordado que 5,7 millones de personas trabajan en la industria de la cultura y que sufren un desempleo del 15%.

Tampoco hay, por el momento, incentivos suplementarios al patrocinio privado, aunque ya es evidente que la crisis está afectando negativamente a la filantropía. Los senadores Grassley (republicano) y Bingaman (demócrata) intentaron sin éxito introducir medidas para ayudar a fundaciones acreedoras de administraciones públicas que se retrasan en sus pagos o para mejorar la fiscalidad de donaciones corporativas y organizaciones sin ánimo de lucro. Algunos advierten que si se congelan o reducen los salarios de los altos ejecutivos, una de las mayores fuentes de donaciones individuales probablemente se resentirá. Aunque en las encuestas la mayoría de los donantes asegure que la fiscalidad no influye en sus decisiones, está por ver si la crisis les impulsarán a mantener o aumentar sus aportaciones.

Otra cuestión es el destino de esas donaciones. Los expertos en marketing aseguran que el atractivo del patrocinio en deporte y cultura orientado al negocio seguirá siendo alto para las empresas, pero cuando aumentan las necesidades básicas el gasto en cultura puede parecer superfluo. En 2007 crecieron en EE UU las donaciones destinadas al medio ambiente, ciencia y tecnología y acción social mientras que se redujeron ligeramente las donaciones en cultura y asuntos internacionales; educación y salud siguieron siendo su principal destino. Esta tendencia concuerda con experiencias como las de Caja Navarra, en España, que al someter el empleo de su obra social a la opinión de sus clientes ha comprobado que crecen las preferencias hacia la salud, el medio ambiente o las discapacidades y bajan las de cultura, ocio o deporte.

Doble crisis, por tanto, para las artes: la misma que afecta a todos, y la derivada de la percepción de la cultura como una prioridad secundaria tras otras necesidades más urgentes. Los defensores de las ayudas federales a la cultura argumentan que las artes contribuyen a la economía generando renta y empleo (no sólo de artistas, sino también de electricistas o carpinteros) y adicionalmente a través del fomento del turismo. Docenas de estudios sobre el impacto de las inversiones en cultura en distintas comunidades (ciudades, condados, Estados) respaldan este argumento. Lo mismo puede decirse del sector exterior: la atracción del turismo internacional depende en buena medida de la efervescencia cultural de las grandes capitales, y la reputación artística de un país impregna sus productos de exportación. Las propias exportaciones culturales representan una fuente de ingresos nada desdeñable, como prueba la posición de Hollywood en la balanza externa de EE UU.

Entonces, ¿es el sector de la cultura un sector especial que merece recibir ayudas o estímulos públicos? Quizá no tanto en lo segundo (al fin y al cabo, Hollywood siguió generando enormes beneficios en 2008), pero en lo primero parece todo el mundo, quién más y quién menos, estar de acuerdo. En The Wall Street Journal, el crítico Greg Sandow reclama mejores argumentos para el arte, que tendrán que venir "del propio arte, de los beneficios que aporta el arte, en un mundo en el que la cultura popular -que se ha vuelto inteligente y seria- también contribuye a dar profundidad y sentido a nuestras vidas". Michael Kaiser, presidente del John F. Kennedy Center for the Performing Arts, advierte en The New York Times que esta "tormenta perfecta" ya ha debilitado "el ecosistema artístico nacional" y que "estamos perdiendo la inspiración que necesitamos más que nunca. Cuando intentamos reconstruir la imagen de EE UU en el mundo, estamos perdiendo nuestros embajadores de buena voluntad más eficaces".

Para los más optimistas, esta crisis debe interpretarse como una ocasión para la innovación y las reformas estructurales. Como en EE UU, es probable que en España el paisaje haya cambiado después de la batalla de la recuperación económica, pero las condiciones que hacen a las artes necesarias en una sociedad democrática y aconsejan que el Gobierno tenga un papel en la cultura se mantendrán. Junto con la educación y la investigación, las artes se han revelado como uno de los componentes de una economía basada en el conocimiento y la creatividad: la economía a la que nos encaminamos o deberíamos encaminarnos. No deben olvidarse los activos intangibles que proporciona el sector cultural en términos de imagen exterior. Después de dos décadas de internacionalización con éxito de muchas empresas españolas de distintos sectores, empieza a anunciarse la salida al exterior de lo que podrían ser otros motores del desarrollo económico en el futuro: la música, el cine, el libro, las artes plásticas, el diseño, la arquitectura, los servicios educativos, los medios de comunicación. Algunas de estas industrias atraviesan un momento crítico de adaptación a las nuevas tecnologías, caracterizado por la capacidad sin límites de Internet y por la falta de una regulación internacional en materia de propiedad intelectual.

Tanto los poderes públicos como el sector cultural tendrán que realizar ajustes para hacer frente a las circunstancias. El Gobierno deberá tener en consideración el papel social de la cultura y su potencial económico e incluirla en sus esfuerzos por la innovación. Será conveniente proporcionar a las empresas culturales, en su mayoría pequeñas o medianas, posibilidades de incubación y respaldo en su salida al exterior, y propiciar que crezcan en tamaño. Reforzar la educación artística es crucial a medio plazo para establecer las condiciones adecuadas para la creación. Mejorar la fiscalidad de las fundaciones y el mecenazgo ensancharía los cauces a la participación privada en la financiación de la cultura. El entorno normativo debe procurar que sean sostenibles las organizaciones culturales que demuestren su utilidad social. Las buenas prácticas culturales, ya introducidas por algunas administraciones públicas españolas, han probado en otros países su pertinencia como una garantía más -nunca perfecta- de la neutralidad del gestor de los fondos públicos y de la autonomía del creador. Por su parte, los artistas y las organizaciones culturales tendrán que aplicarse en mejorar su transparencia, calidad y eficacia, y en adaptar su oferta al mercado global.

¿Merece el sector de la cultura una protección especial? Argumentos hay a favor y en contra. Lo que parece cierto es que, ni por su peso económico ni por su valor simbólico, debiera ser (negativamente) discriminado.

Jaime Otero Roth es investigador principal del área de Lengua y Cultura del Real Instituto Elcano.

martes, 17 de marzo de 2009

Cien años de pensamiento intermitente

La tradición del ensayo en las letras españolas aparece con plena vocación a principios del siglo XX

PÚBLICO.ES/PEIO H. RIAÑO - MADRID - 16/03/2009 08:00

Escribir lo que se piensa ha padecido la intermitencia de la libertad desde que el ensayo arraigó como género literario en España, en los últimos años del siglo XIX. Aun así, la vocación germinó en nuevos espacios como la prensa, que abrió sus puertas al libre tránsito de la razón argumentada. Los literatos fueron los primeros en abrir fuego contra la lacra que hacía inviable la autonomía del pensamiento en el cambio de siglo: Unamuno, Ganivet y Baroja se encargaron de arremeter contra las reservas impuestas por el catolicismo. Era hora de desembarazarse de aquella asfixiante insularidad que alejaba a nuestros autores de los planteamientos europeos.

La definición más gráfica sobre el ensayo español en el siglo XX la apunta Domingo Ródenas a este periódico: "Ha supuesto un inmenso esfuerzo colectivo en dos tiempos: primero, por conquistar el derecho de pensar con independencia y sin mordazas, y segundo, por recuperar, ya en los ochenta y noventa, ese mismo derecho que fue enajenado durante demasiados años", cuenta el autor junto a Jordi Gracia de la edición de una de las más importantes recapitulaciones del género en nuestras letras: El ensayo español. Siglo XX (Editorial Crítica).

Realmente hemos tenido que esperar hasta el siglo XX para tener entre los géneros literarios al ensayo con un corpus amplio, variado en enfoques y temas, y "variado por su elaboración del lenguaje como por la fuerza de incisión en la realidad pensada", apunta Domingo Ródenas.

Hasta el momento, el discurso de las ideas fue una rareza. "En este sentido, no hay duda de que el siglo pasado estuvo marcado por el cultivo del ensayo como forma natural de cuestionamiento subjetivo de la realidad y la experiencia", añade el autor.

Un problema con solución

La verdadera ruptura con la decadencia española, que sometía al país a un aislamiento intelectual desde el siglo XVII, no llegó hasta los inicios del siglo XX, gracias a la "lenta y benéfica" acción del pensamiento idealista alemán, que introdujo en España la Institución Libre de Enseñanza. Con la institución, se acentuó la importancia de la educación en la formación de ciudadanos independientes, dialogantes y libres de pensamiento.

"La guerra fue un terrible parteluz del ensayo español", dice Ródenas

Las inquietudes cívicas que animaron a preocuparse por el penoso estado de la sociedad española de entonces y la convicción (y el deseo) de la necesidad de generar las estructuras políticas, económicas y culturales se resumen en la idea de Ortega: "España era el problema y Europa la solución".

Por todo, no debería extrañar que la Ilustración haya llegado más tarde de lo que los manuales apuntan. La libertad individual de acción y pensamiento, el respeto por los derechos, la igualdad, la solidaridad, el laicismo moral, la primacía de la razón sobre la superstición todas esas aspiraciones y principios que alentaron el liberalismo decimonónico, "tardaron mucho en encontrar su sitio en España reconoce Ródenas y cuando lo hicieron, fueron pronto desalojados durante una interminable prórroga de 40 años. La guerra fue un terrible parteluz del ensayo español".

"Ortega dejó de intervenir en público, Marañón intentó rescatar algo del liberalismo antiguo, Baroja intentó mantenerse en sus trece y algunos como Azorín cedieron a la tentación aduladora del poder. Todos rondaban los 60 años de edad", señala Jordi Gracia con claridad. Entre los que no se entregaron el estudio, destaca a Julián Marías y, claro, a los exiliados en pleno. En el destierro se mantuvieron los intereses y las filiaciones con las que el género había avanzado sin vergüenza, en el interior cundieron el apocamiento y la obediencia a la Iglesia. Volvía la represión católica, ahora bajo la opresión de una dictadura totalitaria de cuya opresión se saldría muy poco a poco.

Domingo Ródenas apunta en ese sentido que quienes se han empeñado en discurrir sobre los problemas de su tiempo a partir del ensayo han tenido que pensar y escribir a contrapelo de la doctrina católica, sobre todo de su moral: "La perturbación producida por el catolicismo coercitivo español ha afectado nocivamente a la moral colectiva y ha mutilado a muchos españoles. Pero no pudo impedir que despegara, desde finales del siglo XIX, un ensayismo vigoroso".

"Se debe escribir sin sumar un tópico tras otro", apunta Jordi Gracia

La segunda oportunidad en el siglo XX para el pensamiento libre español llegaría cuando ateos y agnósticos se lanzan sin miedo a escribir. Son los años sesenta y entonces aparece Juan Benet, Joan Fuster, Carmen Martín Gaite, Sánchez Ferlosio o Juan Goytisolo, así como los jóvenes Fernando Savater y Manuel Vázquez Montalbán. "Nadie olvidó la Guerra ni la moral católica hipócrita, pero el ensayo gira ya hacia lo mismo que tratan los autores europeos de su tiempo", apunta Gracia.

Los temas locales entonces empiezan a quedarse obsoletos, la rancia moral queda aplazada y, junto con los asuntos propios (la cuestión de los nacionalismos, la vertebración territorial de España, las tediosas dos Españas, la interpretación de los mitos literarios nacionales, como Don Juan o Don Quijote), se confirman los grandes asuntos del ensayismo occidental: la crisis de la razón en la modernidad, la teoría del conocimiento (cómo y hasta dónde conocemos la realidad), las ontologías de lo real, el deseo de una vida feliz, la relación entre alta y baja cultura, el sentido y la significación de los discursos artísticos.

Papel protagonista

Y siempre el papel prensa cómplice de la vocación reflexiva. La "manera de filosofar libre y desenfadada", como escribió Menéndez Pelayo, cerca de los diarios. En ellos, cuestionando los límites del género, tanteando la actualidad, con plena independencia. "Seguramente la libertad del ingenio y del pronto de estilo, de la frescura y la plasticidad de escritura son más visibles en el articulista que en el ensayista", dice Gracia y señala un caso modélico de nuestras letras: Rafael Sánchez Ferlosio, y sus pensamientos en comprimidos.

Así que el ejercicio de desa-tar las ideas se revitalizó en los periódicos, porque, como define líricamente Jordi Gracia, "la libertad del articulista tiene algo de espuma fugaz, pero también de tónico intenso en los lectores y en otros autores". El periodismo fue un gran laboratorio, donde entró de todo. Un buen hogar para la mejor prosa de ideas en los peores tiempos. El editor de El ensayo español. Siglo XX, en el que se recogen textos de 80 grandes pensadores, apunta nombres: "Fue el caso de un personaje humanamente despreciable, pero excelente escritor, como César González Ruano. O Umbral y sus deslealtades, pero tan potente y creativo. O escritores con derivas políticas inquietantes, pero grandísimos prosistas, como Eugenio dOrs y Josep Pla".

Hoy, Walter Benjamin es una de las lecturas de referencia

La prensa ayudó a encumbrar la firma, a concebir la importancia de la primera persona, a adiestrar la voz del propio autor desde su subjetividad y personalizar el estilo a su medida. "En el ensayo el conocimiento y sobre todo la búsqueda de conocimiento tienen siempre voz personal", escribe Fernando Savater en El arte de ensayar"(que acaba de publicar Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores). El ensayo necesita de una percepción particular, libre, imprevisible, imaginativa y "capaz de escribir sin sumar un tópico tras otro".

Evitar lugares comunes fuerza a conocer los pasos que otros ya dieron. En ese sentido, los escritores españoles finiseculares del siglo XX dedicados al ensayo, han leído y rehabilitado a Nietzsche a finales del franquismo. Luego optaron por Jorge Luis Borges y Octavio Paz con alto predicamento.

Y también arraigó la violencia de Hannah Arendt, la originalidad de Roland Barthes o la de Umberto Eco, así como la rebeldía de Michel Foucault. En la actualidad el peso de Walter Benjamin es muy poderoso, tanto como lo es George Steiner en el ámbito literario. A ellos hay que sumar a Peter Sloterdij, un nombre necesario e inevitable.

Caminos y lecturas

"Hoy la razón argumentada está capacitada para hacer más de lo que nunca hizo la tradición intelectual española. La libertad democrática tiene esa virtud de aclimatación a la ironía y a la sutileza, a la argumentación explosiva o lenta, al chiste iluminador y descalificador o a las benditas mezclas de géneros, de modo que a ratos no sabemos si novelan o ensayan", completa Jordi Gracia con un trazo conciso sobre los límites de la democracia y las responsabilidades impuestas con el ejercicio de la libertad de creación.