SEVILLA. Ni el Ministerio de Cultura ni la Junta de Andalucía celebraron ayer el 50 aniversario de la muerte del poeta onubense Juan Ramón Jiménez. El olvido oficial sólo se detuvo en su localidad natal, Moguer, en cuyo cementerio se celebró un sencillo acto de recuerdo, presidido por el alcalde, Juan José Volante, que inauguró un azulejo en la antigua calle de la Friseta. La Fundación Zenobia-Juan Ramón, de la que forman parte la Administración andaluza y la Diputación Provincial de Huelva, anunciaba ayer en un comunicado que «a partir de la semana que viene» podrá verse en Moguer «una exposición que recoge más de 500 fotografías del poeta captadas por el fotógrafo moguereño Rowals, así como un completo audiovisual cronológico y enseres originales relacionados con la fotografía y Moguer».
Su heredera, Carmen Hernández Pinzón, se lamentó ayer de que ningún acto oficial recordara esta fecha. «Aunque se han hecho exposiciones, y sobre todo publicaciones y reediciones, da pena que en el aniversario de su muerte no se haga nada para recordarlo», dijo la sobrina nieta del poeta, que ayer se encontraba en Sevilla participando en un «acto privado» de homenaje a su tío abuelo en la Universidad. «Después de medio siglo de su muerte queda mucha obra suya por publicar. Han salido muchas reediciones y hemos adelantado libros, pero queda mucha obra por conocer para saber cómo iba creciendo la voz de Juan Ramón como poeta, y en eso estamos. Es nuestro empeño que cada vez se saquen más libros, eso es más importante que los homenajes», dice Pinzón.
Para la heredera del poeta lo más urgente, sin embargo, es la digitalización de todos los archivos y documentos de Juan Ramón. «Existen alrededor de 200.000 manuscritos -comenta- entre el archivo de Puerto Rico y el de aquí. Papeles escritos a lápiz que con la humedad se están perdiendo», argumenta Pinzón, quien asegura que desde todas las administraciones le dan «buenas palabras» pero «al final nadie hace nada». «Llevo 15 años pidiéndolo a distintos ministros y directores generales del Libro, pero creo que hasta que no llegue uno al que le guste Juan Ramón no se hará», añade. Un estudio realizado por expertos concluyó hace 5 años que dada la acidez del papel, la vida del mismo se reducía a unos 10 años, de modo que en este momento le quedan otros 5 años como máximo». «No quiero ser alarmista porque no es un problema de que no estén bien cuidados en Madrid o Puerto Rico, sino de que el papel tiene fecha de caducidad y ésta se está acercando».
El olvido institucional de la efeméride del 50 aniversario de la muerte de Juan Ramón, no incluyó a organizaciones privadas como la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, que celebró en la Casa de los Pinelo una sesión solemne conmemorativa; o la Fundación Camilo José Cela, con sede en Iria-Flavia, que inauguró ayer una exposición titulada «Recuerdo de Juan Ramón Jiménez», que incluye un recorrido por su vida y obra, además de manuscritos y las cartas que Cela cruzó con Zenobia. En Puerto Rico también se acaba de inaugurar una exposición y hoy, ante el silencio ayer del Ministerio, el Círculo de Lectores recordará a Juan Ramón en la inauguración de la Feria del Libro de Madrid con un debate entre Alfonso Alegre y Tomás Segovia.
Las publicaciones sobre el poeta continúan: en «Crónica de un Nobel», Alfonso Alegre recoge el duro camino del poeta hasta la obtención del Nobel; Visor sigue sacando la serie de 48 libros con toda su obra, y también ha visto la luz «Leyenda», su gran proyecto poético. Además se han conocido sus poemas más eróticos y carnales, y acaba de salir un disco-libro con los poemas y canciones dedicados a su madre.